San Ramón Nonato
Cardenal
Año 1240
San Ramón Nonato: te rogamos
por todos los católicos que tienen
que sufrir
por defender nuestra santa religión.
Se le llama Nonato (no-nacido) porque
nació después de morir su madre. Ella murió al dar a luz. Después de la muerte
le hicieron cesárea para que el niño pudiera nacer.
Ramón significa: "protegido por
la divinidad" (Ra=divinidad. Mon=protegido). San Ramón nació en Cataluña,
España, en 1204. Muy joven entró en la Congregación de Padres Mercedarios que
se dedicaban a rescatar cautivos que los mahometanos habían llevado presos a
Argel. Lo recibió el mismo San Pedro Nolasco, fundador de la Comunidad.
Pocos años después de haber entrado
de religioso fue enviado con una gran cantidad de dinero a rescatar a los
católicos que estaban esclavizados por los musulmanes en Africa. Allá gastó todo
el dinero en conseguir la libertad de muchos cristianos y enviarlos otra vez a
su patria, de donde habían sido llevados secuestrados por los enemigos de
nuestra religión.
Cuando se le acabó el dinero se
ofreció el mismo a quedarse como esclavo, con tal de que libertaran a algunos
católicos que estaban en grave peligro de perder su fe y su religión por causa
de los atroces castigos que los mahometanos les infligían.
Como entre los musulmanes está
absolutamente prohibido hablar de la religión católica, y Ramón se dedicó a
instruir en la religión a sus compañeros de esclavitud y aun hasta a algunos
mahometanos, le dieron terribles tormentos y lo azotaron muchas veces hasta dejarlo
casi muerto. Y al fin, como no se callaba, le amarraron la cara a una correa a
la cual le echaron candado, para que no pudiera hablar, y no abrían el candado
sino cuando iba a comer.
El jefe musulmán, con la esperanza de
que Ramón volviera a España y le llevara más dinero para rescatar cristianos,
lo dejó en libertad. Pero se dedicó a hablar de nuestra religión a cuantas más
personas podía. Esto hizo arder en cólera a los mahometanos y lo volvieron a
encarcelar y a atormentar. Al fin San Pedro Nolasco envió a algunos de sus
religiosos con una fuerte suma de dinero y pagaron su rescate y por orden de
sus superiores volvió a España.
Como premio de tantos heroísmos, el
sumo Pontífice Gregorio IX lo nombró Cardenal. Pero San Ramón siguió viviendo
humildemente como si fuera un pobre e ignorado religioso.
El Santo Padre lo llamó a Roma para
que le colaborara en la dirección de la Iglesia, y el humilde Cardenal
emprendió el largo viaje a pie. Pero por el camino lo atacaron unas altísimas
fiebres y murió. Era el año 1240. Apenas tenía 36 años. Pero había sufrido y
trabajado muy intensamente, y se había ganado una gran corona para el cielo.
A San Ramón le rezan las mujeres que
van a tener un hijo, para que les conceda la gracia de dar a luz sin peligro ni
tormentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario