domingo, 31 de julio de 2016

SANTA ROSA DE LIMA


SANTA ROSA DE LIMA

Santa Rosa de Lima O. P. (Lima, Perú, 20 de abril de 1586 - Lima, 30 de agosto de 1617) fue una mística terciaria dominica canonizada por el papa Clemente X en 1671.

Entre los santos nacidos en América (llamada en el siglo XVII Indias Occidentales), santa Rosa de Lima fue la primera en recibir el reconocimiento canónico de la Iglesia católica.1 Fue proclamada excelsa patrona de Lima, del Perú (en 1669), del Nuevo Mundo y las Filipinas (en 1670).1 Además, es patrona de institutos educativos, policiales y armados: Universidad Católica Santa Rosa de Venezuela, Policía Nacional de la República del Perú, y las Fuerzas Armadas de la Argentina.

Primeros años
Nacida en el siglo XVI como Isabel Flores de Oliva, fue hija de Gaspar Flores, arcabucero natural de Baños de Montemayor, municipio de la provincia de Cáceres (España) y de María de Oliva y Herrera. Así lo asegura la placa en la casa de los Flores, la cual aún se conserva en dicho pueblo cacereño. En 1545, Gaspar salió de España, después de pasar por Puerto Rico y Panamá, que formaban parte del virreinato de Nueva España. Llegó al Perú en 1547 como soldado del pacificador Pedro de la Gasca quien restableció la Real Audiencia en 1549, recuperando el dominio de la Corona tras la usurpación del poder por Gonzalo Pizarro, gobernante del Perú entre 1544-1548. Gaspar Flores fue nombrado arcabucero el 9 de marzo de 1557, por don Andrés Hurtado de Mendoza, tercer virrey del Perú entre 1556-1561. El 1 de mayo de 1577, se casó, en Lima, con la criolla limeña María de Oliva y Herrera, apellidos procedentes de Aragón. Ese mismo año servía de arcabucero en la guarda del V Virrey Francisco de Toledo (1569-1581).

Nació el 20 de abril de 1586. José Manuel Bermúdez, uno de sus biógrafos, contribuyó a extender la opinión de que el nacimiento de Rosa ocurrió el día 30 de abril, pero en los registros del proceso ordinario se encuentra que la madre de Rosa y otras personas —entre ellas fray Pedro de Loaiza, confesor de Rosa y su primer biógrafo— declararon como fecha de su nacimiento el día 20 de abril. Isabel o Rosa fue la cuarta hija de los trece hijos nacidos del matrimonio Flores de Oliva, fue bautizada, según partida, el 25 de mayo de 1586, en la Parroquia de San Sebastián, en Lima por el sacerdote Antonio Polanco, siendo sus padrinos Hernando de Baldés y María Osorio. De sus doce hermanos, solamente se conocen a nueve:

Gaspar Flores de Oliva, el primogénito, bautizado en la parroquia de San Sebastián el 1 de junio de 1579. Fue soldado, sirviendo en las guerras de Chile, donde alcanzó el grado de capitán.
Bernardina Flores de Oliva, bautizada el 13 de junio de 1581. Murió en Quives a los 14 ó 15 años.
Hernando Flores de Oliva, bautizado el 24 de mayo de 1584. Se dedicó a la agricultura y murió en 1627.
Francisco Flores de Oliva, bautizado el 6 de junio de 1590. Murió joven.
Juana Flores de Oliva, bautizada el 11 de septiembre de 1592. Salió en la procesión en honor de Santa Rosa en agosto de 1669.
Antonio Flores de Oliva, bautizado el 8 de julio de 1594. En 1688 vivía en Condoroma, en la sierra sur del Cuzco. El virrey Conde de Lemos, en carta de ese año, lo recomendó a la Reina Gobernadora de España.
Andrés Flores de Oliva, bautizado el 21 de septiembre de 1596. Vivía en 1620.
Francisco Matías Flores de Oliva, vivía en 1620.
Jacinta Flores de Oliva, bautizada el 25 de abril de 1603 de emergencia, a los dos meses de edad.
A ellos hay que añadir tres niños o niñas, que debieron morir inmediatamente después de nacer, pues parece que ninguno de ellos llegó a bautizarse.

La tradición y algunos cronistas señalan que Isabel Flores de Oliva nació en una aldea llamada La Puntillá, en la isla de Taboga (en Panamá)[cita requerida] —Esta información fue refutada en el "proceso de canonización", publicado en los archivos del Vaticano—. Después de su nacimiento, la familia partió de la isla para establecerse en la ciudad de Lima.

Su infancia fue común y nada llamativa, su compañero de juegos fue su hermano Hernando, el cual siempre la apoyó y ayudó. A los doce años se mudó con su familia hacia Quives, un pueblo a 60 kilómetros de Lima ubicado en el valle Chillón. Es aquí donde ella recibirá la confirmación de manos del futuro santo católico Toribio de Mogrovejo, su padrino fue el sacerdote del pueblo Francisco González. Es en Quives donde, al parecer, empezó con sus mortificaciones contrayendo un reuma muy fuerte, con consecuencias dolorosas para su recuperación, que ella ocultaba a su madre.

Así pues, el día de su confirmación en el pueblo de Quives, el arzobispo Toribio de Mogrovejo, la llamó Rosa sin que alguien pudiese darle noticia al arzobispo de este nombre tan particular e íntimo. Aunque le mortificaba que la llamasen así, a los 25 años aceptó y quiso que la llamaran «Rosa de Santa María» porque, según relató su madre, fue a conversar con un sacerdote a la iglesia de Santo Domingo manifestándose la molestia que le causaba que la llamen "Rosa", pero el sacerdote la tranquilizó diciéndole: "Pues, hija, ¿no es vuestra alma como una rosa en que se recrea Jesucristo?". Con esto quedó tranquila y segura del nombre que le habían dado. Más adelante, según sus biógrafos, ella afirmó que en episodios de tipo místico, la Virgen de la Merced y el Niño Jesús (cuando se casó con él en desposorio místico) le confirmaron el nombre.

Regresó a Lima con su familia ya siendo una joven. Debido a problemas económicos de la familia, trabajaba el día entero en el huerto y solía bordar con gran esmero para diferentes familias de la ciudad y así ayudar al sostenimiento de su hogar.

A pesar de todo, se encontraba conforme con su forma de vida y no hubiera tratado de cambiarla si no hubiera sido por la insistencia de sus padres en casarla. Rosa resistió durante más de diez años y finalmente hizo voto de virginidad ante la imagen del "doctorcito" para confirmar su resolución. Al cabo de unos años ingresó en la Tercera orden de Santo Domingo a imitación de santa Catalina de Siena.

A partir de entonces se recluyó, prácticamente, en la ermita que ella misma construyó, con ayuda de su hermano Hernando, en un extremo del huerto de su casa. Sólo salía para visitar el templo de Nuestra Señora del Rosario y atender las necesidades espirituales de los indígenas y los negros de la ciudad. También atendía a muchos enfermos que se acercaban a su casa buscando ayuda y atención, creando una especie de enfermería en su casa. Muchos biógrafos escriben que ayudaba a fray Martín de Porres, lo cual no está probado en el texto del "Proceso de Martín de Porres" (Lima 1579-1639), el cual es santo desde 1962.

Desposorio místico
Uno de los momentos importantes de su vida es el "Desposorio Místico", ocurrido el Domingo de Ramos de 1617, en la Capilla del Rosario (Templo de Santo Domingo de Lima). Rosa, al no recibir la palma que debía portar en la procesión, pensó que era un mensaje de Dios por alguna ofensa que ella hubiese realizado. Acongojada se dirigió a la Capilla e imagen del Rosario y orando ante la Santísima Virgen, sintió el llamado del Niño Jesús de la imagen, que le dijo: "Rosa de Mi Corazón, yo te quiero por Esposa", a lo que ella en arrobamiento respondió: "Aquí tienes Señor a tu humilde esclava". En Argentina y Uruguay por el mes de agosto ocurre la "Tormenta de Santa Rosa". La tradición atribuye a Rosa el origen de este fenómeno natural que logró la huida de los enemigos de tierras peruanas.

Últimos días y tránsito
Ya cerca del final de su vida, cayó gravemente enferma. Pasó los últimos tres meses de su vida en la casa de Gonzalo de la Maza, un contador notable del gobierno virreinal, cuya familia le tenía particular cariño. En este lugar se levanta el Monasterio de Santa Rosa de Santa María de Lima. Murió a los treinta y un años de edad en las primeras horas del 24 de agosto de 1617, fiesta de San Bartolomé, como ella misma lo profetizó y cuenta el padre Leonardo Hansen. El día de sus exequias y entierro, los devotos se abalanzaban sobre su cuerpo para arrancarle la vestimenta en busca de un recuerdo, aclamándola como santa. Hoy sus restos se veneran en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Lima (Santo Domingo), con notable devoción del pueblo peruano (y de América) que visita la Capilla dedicada a su culto en el Crucero del Templo dominicano.

Post mórtem
Su entierro fue uno de los más notables que vivió la ciudad de Lima. En la casa de la familia De la Maza se formaron grandes multitudes para contemplar a Rosa. El gentío hubo de esperar a su traslado hacia la Iglesia del Rosario. Al traslado acudieron el virrey, el Cabildo Secular y Eclesiástico, las órdenes religiosas presididas por la orden de Santo Domingo de Guzmán, los oidores y personas notables.

Hubo de requerirse la fuerza de la guardia del virrey para impedir que Rosa fuera desvestida por los devotos que deseaban llevar alguna reliquia. A pesar de ello, tuvieron que cambiarle tres veces los hábitos e incluso en el traslado algún irreverente seccionó uno de sus dedos del pie.

En el lecho de muerte, Gonzalo de la Maza hizo retratar el rostro de Rosa. A su efecto llamó al pintor italiano Angelino Medoro, quien realizó el primer testimonio de su apariencia física.

La devoción del pueblo se excedió a tal punto, que en pocos años tuvieron que retirarla de la Cripta y colocarla en la Iglesia del Rosario.

Devoción
Su casa (El Santuario), ubicada en el centro de Lima conserva los lineamientos que tuvieron en el siglo XVI, época en que vivió Rosa. Anualmente es visitado por miles de devotos, peregrinos y turistas quienes recorren los ambientes que estuvieron directamente ligados a su vida y caridad para el prójimo.

Se conserva como reliquia una ermita donde ella rezaba. Cerca de la ermita hay un pozo de veinte metros de profundidad donde sus devotos depositan sus deseos escritos. También se conserva la habitación donde dormía, la habitación (El Corazón del Santuario) en la cual nació y la enfermería donde atendía a sus hermanos necesitados.

La Basílica-Santuario, fue empezada a construir luego de su canonización, con posteriores restauraciones durante los siglos XVII - XX. Hubo de ser remodelada y fue inaugurada finalmente el 24 de agosto de 1992, Este lugar es principal punto de peregrinación de todo el Perú y su arraigo popular es comparable al de la Virgen de Guadalupe en México.

La figura de Rosa de Santa María, que está en el corazón del pueblo peruano, representa un símbolo de integración nacional. En ella convergen todas las clases sociales.

Formó parte de la familia dominicana, de la provincia de San Juan Bautista del Perú. Se destacó por la perseverancia, firmeza, paciencia, su vida ascética y por su dedicación a los pobres y enfermos, a quienes atendía en una de las habitaciones de su casa. Sus flores preferidas fueron las margaritas, los claveles y las rosas.

Se han escrito cerca de 400 biografías sobre ella.

Más de mil rostros en lienzos, estampas y esculturas hechos, entre otros, por renombrados artistas como Francisco de Zurbarán, Claudio Coello, Angelino Medoro, Daniel Hernández, Teófilo Castillo, Francisco González y Sérvulo Gutiérrez.

A partir de las reformas al calendario litúrgico introducidas en el Concilio Vaticano II, la fiesta de santa Rosa de Lima es el 23 de agosto (fecha que se celebra en España). Anteriormente se celebraba el día 30 de agosto, y esa es la fecha que se mantiene en el Perú y otros países latinoamericanos de los que es patrona, y también en el rito romano tradicional.

En la República del Perú es un día feriado y su imagen (descubierta el día de la canonización en 1671, en la Catedral) recorre las calles de Lima. En el mes de agosto se rinde culto solemne a la santa en el Distrito de Barranco Lima-Perú que culmina con el recorrido procesional del día 30 de agosto.

Cédula Real de Consagración
Cédula Real de la Reina Mariana de Austria sobre la declaración y recibimiento como Patrona de la Ciudades de los Reinos del Perú a la Bienaventurada Madre Rosa de Santa María, dada a 11 de marzo de 1669.

La Reina Gobernadora:

Por cuanto la Santidad (de) Clemente No(ve)no, atendiendo a los piadosos e instantes ruegos del Rey, mi hijo y míos, hechos por medio del Marqués de Astorga, Embajador de aquella Corte acerca de que la Bienaventurada Madre Rosa de Santa María, que fue de la Tercera Orden de Santo Domingo y natural de la Ciudad de los Reyes, fuese declarada por Patrona de ella y todo el Reino del Perú, y a los méritos que tenemos hechos en servicio de la iglesia juntamente con haber sido esta gloriosa Virgen, la primera, que entre los siervos de Dios que las Indias Occidentales produjeron, mereció ser decorada con honor de público (dándosele) culto por su admirable copia de virtudes y milagros, ha sido servido despachar(se) (este) Breve, (con) su data en Roma, a dos de enero próximo pasado, declarándola por Patrona más principal de la dicha Ciudad de los Reyes y todo el Reino del Perú, con fiesta de precepto, oficio y privilegios de tal; y habiéndose visto en el Consejo Real de las Indias por lo que conviene, tenga debida observancia. Por la presente mando al Virrey y Presidentes de las Audiencias (en) las dichas provincias del Perú y a los Gobernadores y Corregidores de ellas, y ruego y encargo a los Arzobispos y Obispos de las Iglesias Metropolitanas y Catedrales de aquellas provincias, que luego vean la copia auténtica del dicho Breve que se remite con ésta, den las órdenes convenientes para que se guarde, cumpla y ejecute lo contenido en él; (y) en todas las iglesias y lugares de sus distritos y Diócesis para que por medio de la intercesión de la Bienaventurada consigan tanto mayor y más eficaz patrocinio cuanto con más celebre e intensa devoción se esmeraren en reverenciarla. De Madrid, a once de marzo de mil y seiscientos y sesenta y nueve años. Yo, la Reina. Por mandado de Su Majestad, Don Gabriel Bernardo de Quiróz. Y a las espaldas de la dicha Real Cédula están cuatro rúbricas que parecen ser de los Señores del Real Consejo de Indias.

Cédula Real hallada en las Actas del Cabildo Colonial de San Francisco de Quito de 1664 a 1669 - Volumen XXXVII.
Glorificación
A pocos días de su muerte, se reunieron numerosos testimonios sobre su vida y virtudes. En 1634 se presentó a Roma la causa de Beatificación. La beatificación se realizó en el Convento Dominico de Santa Sabina en Roma, en 1668. Fue canonizada por Clemente X el 12 de abril de 1671, proclamándola por "Principal Patrona del Nuevo Mundo". En Lima, Roma, España y todos los países de América y Europa, se celebraron fiestas suntuosas en honor de la primera santa natural de América.

Los Pontífices en sus respectivas Bulas la proclamaron santa con el nombre de "Rosa de Santa María", y que posteriormente hubo de convertirse en Rosa de Lima, nombre toponímico común a muchos santos en el orbe cristiano.


La tradición cuenta que el Papa Clemente X, luego de oír los argumentos sobre su canonización dijo: "¡Hum! ¡Patrona y Santa! ¿Y Rosa? que llueva flores sobre mi escritorio si es verdad" , y la respuesta al instante fue una fragante lluvia de rosas sobre la mesa del Papa quien en ese momento procedió a la canonización.

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