jueves, 30 de julio de 2015

SAN IGNACIO DE LOYOLA




LECTURAS DE LA BIBLIA  VIERNES 31 DE JULIO DEL 2015 
San Ignacio de Loyola (ML)


  Viernes de la 17ª semana del Tiempo Ordinario


Primera Lectura
Levítico 23:1.4-11.15-16.27.34b-37

El Señor dijo a Moisés: «Estas son las festividades del Señor, en las que convocarán a asambleas litúrgicas. El día catorce del primer mes, al atardecer, es la fiesta de la Pascua del Señor. El día quince del mismo mes es la fiesta de los panes sin levadura, dedicada al Señor. Comerán panes sin levadura durante siete días. El primer día de éstos se reunirán en asamblea litúrgica y no harán ningún trabajo. Los siete días harán ofrendas al Señor. El día séptimo se volverán a reunir en asamblea litúrgica y no harán ningún trabajo de siervos». El Señor volvió a hablar a Moisés y le dijo: «Di a los israelitas: Cuando entren en la tierra que yo les voy a dar y recojan la cosecha, le llevarán la primera gavilla al sacerdote, quien la agitará ritualmente en presencia del Señor, el día siguiente al sábado para que sea aceptada. Pasadas siete semanas completas, contando desde el día siguiente al sábado en que lleven la gavilla para la agitación ritual, hasta el día siguiente al séptimo sábado, es decir, a los cincuenta días, harán una nueva ofrenda al Señor. El día diez del séptimo mes es el día de la expiación. Se reunirán en asamblea litúrgica, harán penitencia y presentarán una ofrenda al Señor. El día quince de este séptimo mes comienza la fiesta de los Campamentos, dedicada al Señor, y dura siete días. El primer día se reunirán en asamblea litúrgica. No harán trabajos serviles. Los siete días harán ofrendas al Señor. El octavo día volverán a reunirse en asamblea litúrgica y a hacer una ofrenda al Señor. Es día de reunión religiosa solemne. No harán trabajos serviles. Estas son las festividades del Señor, en las que se reunirán en asamblea litúrgica y ofrecerán al Señor oblaciones, holocaustos y ofrendas, sacrificios de comunión y libaciones, según corresponde a cada día».  

Salmo Responsorial
R : Aclamemos al Señor, nuestro Dios   
 Salmo 80:3-6.10-11

Entonemos un canto
al son de las guitarras y del arpa.
Que suene la trompeta en esta fiesta
que conmemora nuestra alianza.R.

Porque ésta es una ley en Israel,
es un precepto que el Dios de Jacob
estableció para su pueblo,
cuando lo rescató de Egipto. R.

«No tendrás otro Dios fuera de mí
ni adorarás a dioses extranjeros.
Pues yo, el Señor, soy el Dios tuyo,
el que te sacó de Egipto, tu destierro». R.  

Evangelio
Mateo 13:54-58   

En aquel tiempo, Jesús llegó a su tierra y se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal forma, que todos estaban asombrados y se preguntaban: «¿De dónde ha sacado éste esa sabiduría y esos poderes milagrosos? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es María su madre, y no son sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? ¿No viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde, pues, ha sacado todas estas cosas?» Y se negaban a creer en él. Entonces Jesús les dijo: «Un profeta no es despreciado más que en su patria y en su casa». Y no hizo muchos milagros allí por la incredulidad de ellos  

miércoles, 29 de julio de 2015

SAN PEDRO CRISOLOGO




Pedro Crisólogo

Pedro, llamado Crisólogo (que significa 'palabra de oro'), (380 o 406-450) sacerdote italiano, arzobispo de Rávena (433-450), santo, Padre de la Iglesia y proclamado Doctor de la Iglesia por el papa Benedicto XIII en 1729. Nació en la ciudad de Imola, en la Emilia, en una fecha indeterminada, entre 380 y 406. Su padre había sido obispo de su ciudad y, tras su muerte, fue bautizado y educado por el nuevo obispo, Cornelio de Imola. Su educación concluye con su ordenación como diácono hacia el 430.
Su vida cambió, según el Liber pontificalis ecclessi ravennatis, del historiador eclesiástico Agnellus (siglo IX) en 433, cuando murió Juan, el metropolitano (arzobispo) de Rávena, y el pueblo y el clero de la ciudad imperial (Rávena era la residencia del emperador de Occidente, Valentiniano III y de su madre, Gala Placidia), pidieron a Cornelio de Imola que encabezara una delegación ante el papa Sixto III para que este confirmara al candidato elegido. La noche anterior a la llegada de Pedro y Cornelio a Roma el Papa había tenido un sueño en el que los santos Pedro y Apolinar (primeros obispos de Roma y Rávena, respectivamente) le pidieron que no confirmara al obispo electo. Sixto III nombró entonces al joven acompañante de Cornelio como nuevo arzobispo, lo ordenó y consagró. El trasfondo de esta leyenda hay que buscarlo en las relaciones personales del joven Pedro -estimado por Valentiniano III, confidente de Gala Placidia y amigo del futuro papa León I Magno- y de la precaria situación de la diócesis de Rávena, que necesitaba un pastor capaz y de confianza para que pusiera freno a las disputas doctrinales, a la superstición y a las malas costumbres.
Fue recibido con indiferencia por el pueblo y con recelo por el clero de su diócesis. Pero esta situación cambió al poco tiempo, en la que Pedro comenzó a ser conocido por su vida recta, su clara doctrina y su fidelidad al Papa y a la Iglesia. De hecho, su fama superó rápidamente los límites de su diócesis y comienza a ser conocido en todo el orbe cristiano con el apelativo de Crisólogo (de la misma manera como en Oriente se conocía a Juan Crisóstomo (que significa 'Boca de Oro'), y sus sermones y epístolas comenzaron a difundirse por todo el Imperio.
Se le atribuyen 725 sermones, algunos de ellos de autenticidad discutible, aunque en los dos últimos siglos se han descubierto otros inéditos o perdidos. La mayor parte tienen contenido apologético y moral; esta cuestión es curiosa, ya que el santo vivió inmerso en las querellas cristológicas, y sólo algunos de sus textos tratan el tema de la Encarnación del Verbo, en los que presenta la postura ortodoxa y refuta las diversas herejías de la época: el arrianismo, el nestorianismo y el monofisismo. Se sabe que Eutiques, en sus primeros enfrentamientos con el Patriarcado de Constantinopla (499), consultó a Pedro Crisólogo, y su respuesta ortodoxa se encuentra en el epistolario de León I Magno. El grupo más importante de sermones está orientado a la formación de los catecúmenos, antes de recibir el Bautismo: así, siete de ellos son explicaciones del Símbolo (Sermones 56-62) y otros tantos son comentarios de la oración dominical (Sermones 77-82). El resto son homilías breves para el comentario de la Sagradas Escrituras leídas durante los oficios litúrgicos, con contenido fundamentalmente moral.
Murió en su ciudad natal, en Imola, cercana a Rávena, en 450, y su fama de santidad se fijó al poco tiempo, siendo reconocidas sus virtudes por el propio papa León I.

martes, 28 de julio de 2015

SANTA MARTA




Santa Marta
Siglo I

Marta significa: "señora; jefe de hogar".

En Betania, un pueblecito cercano a Jerusalén, vivía una familia de la cual dice el Evangelio un elegio hermosísimo: "Jesús amaba a Marta, a María y a su hermano Lázaro". Difícil encontrar un detalle más simpático acerca de alguna familia: eran muy amados por Jesús.

Los dos primeros años de su apostolado, Jesús estuvo la mayor parte del tiempo en la provincia de Galilea, al norte de su país. Pero en el tercer año se trasladó a Judea, en el sur, y con él sus discípulos. En Jerusalén era bastante peligroso el quedarse por las noches porque los enemigos le habían jurado guerra a muerte y buscaban cualquier ocasión propicia para matar al Redentor. Pero allí, a cuatro kilómetros de Jerusalén, había un pueblecito tranquilo y amable y en él un hogar donde Jesús se sentía bien. Era el hogar de Marta, María y Lázaro. En esta casa siempre había una habitación lista y bien arreglada para recibir al Divino Maestro, cualquier día a la hora en que llegara. Y tres corazones verdaderamente amigos de Jesús, le esperaban con afecto fraternal. Allí Jesús se sentía como en su casa. (S. Marta es la patrona de los hoteleros, porque sabía atender muy bien). Con razón dice el Evangelio que Jesús amaba a Marta, a María y a Lázaro. Que bueno fuera que de cada uno de nuestros hogares se pudiera decir lo que la Biblia afirma del hogar de estas tres afortunadas personas.

Famosa se ha hecho la escena que sucedió un día en que Jesús llegó a Betania con sus 12 apóstoles y las santas mujeres (mamás de algunos apóstoles, etc). Marta corría de allá para acá preparando los alimentos, arreglando las habitaciones, llevando refrescos para los sedientos viajeros. Jesús como siempre, aprovechando aquellos instantes de descanso, se dedicó a dar sabias instrucciones a sus discípulos. Oír a Cristo es lo más hermoso que pueda existir. El estaba sentado en un sillón y los demás, atentísimos, sentados en el suelo escuchando. Y allí, en medio de todos ellos, sentada también en el suelo estaba María, la hermana de Marta, extasiada,oyendo tan formidables enseñanzas.

De pronto Marta se detiene un poco en sus faenas y acercándose a Jesús le dice con toda confianza: "Señor, ¿cómo te parece que mi hermana me haya dejado a mí sola con todo el oficio de la casa? Por qué no le dices que me ayude un poco en esta tarea?".

Y Jesús con una suave sonrisa y tono bondadoso le responde: "Marta, Marta, te afanas y te preocupas por muchas cosas. Sólo una cosa es necesaria. María ha escogido la mejor parte, la que no le será quitada". Marta entendió la lección y arremangándose el delantal, se sentó también allí en el suelo para escuchar las divinas instrucciones del Salvador. Ahora sabía que todos los afanes materiales no valen tanto como escuchar las enseñanzas que vienen del cielo y aprender a conseguir la eterna salvación.

Narra San Juan en el capítulo 11 "Sucedió que un día Lázaro se enfermó, se agravó y empezó a dar señales muy graves de que se iba a morir. Y Jesús estaba lejos. Las dos hermanas le enviaron un empleado con este sencillo mensaje: Señor aquel que tú amas, está enfermo. Que bello modo de comunicarle la noticia. Sabemos que lo amas, y si lo amas lo vas a ayudar.

Pero Jesús (que estaba al otro lado del Jordán) no se movió de donde estaba. Un nuevo mensajero y Jesús no viene. A los apóstoles les dice: "Esta enfermedad será para gloria de Dios". Y luego les añade: "Lázaro nuestro amigo ha muerto. Y me alegro de que esto haya sucedido sin que yo hubiera estado allí, proque ahora váis a creer".

A los cuatro días de muerto Lázaro, dispuso Jesús dirigirse hacia Betania, la casa estaba llena de amigos y conocidos que habían llegado a dar el pésame a las dos hermanas. Tan pronto Marta supo que Jesús venía, salió a su encuentro y le dijo: Oh Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano; pero aún ahora yo sé que cuánto pidas a Dios te lo concederá.

Jesús le dice: "Tu hermano resucitará".

Marta le contesta: Ya sé que resucitará el último día en la resurrección de los muertos.

Jesús añadió: Yo soy la resurreción y la vida. Todo el que cree en mí, aunque haya muerto vivirá ¿Crees esto?

Marta respondió: Sí Señor; yo creo que Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.

Maravillosa profesión de fe hecha por esta santa mujer. Dichosa Marta que hizo decir a Jesús verdades tan formidables.

Jesús dijo: "¿Dónde lo han colocado?" Y viendo llorar a Marta y a sus acompañantes, Jesús también empezó a llorar. Y las gentes comentaban: "Mirad cómo lo amaba".

Y fue al sepulcro que era una cueva con una piedra en la entrada. Dijo Jesús: "Quiten la piedra". Le responde Marta: "Señor ya huele mal porque hace cuatro días que está enterrado". Le dice Jesús "¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?". Quitaron la piedra y Jesús dijo en voz alta: "Lázaro ven afuera". Y el muerto salió, llevando el suadrio y las vendas de sus manos.

Santa Marta bendita, no dejes de rogar a Jesús por tantos Lázaros muertos que tenemos en nuestras familias. Son los que viven en pecado mortal. Que Cristo el Salvador venga a nuestros hogares y resucite a los que están muertos por el pecado y los libre de la muerte eterna, por medio de una verdadera conversión.

Dijo Jesús: si crees verás la gloria de Dios.

viernes, 24 de julio de 2015

SANTIAGO, APOSTOL




El nombre Santiago, proviene de dos palabras Sant Iacob. Porque su nombre en hebreo era Jacob. Los españoles en sus batallas gritaban: "Sant Iacob, ayúdenos". Y de tanto repetir estas dos palabras, las unieron formando una sola: Santiago.

Fue uno de los 12 apóstoles del Señor.

Era hermano de San Juan evangelista. Se le llamaba el Mayor, para distinguirlo del otro apóstol, Santiago el Menor, que era más joven que él. Con sus padres Zebedeo y Salomé vivía en la ciudad de Betsaida, junto al Mar de Galilea, donde tenían una pequeña empresa de pesca. Tenían obreros a su servicio, y su situación económica era bastante buena pues podían ausentarse del trabajo por varias semanas, como lo hizo su hermano Juan cuando se fue a estarse una temporada en el Jordán escuchando a Juan Bautista.

Santiago formó parte del grupo de los tres preferidos de Jesús, junto con su hermano Juan y con Simón Pedro. Después de presenciar la pesca milagrosa, al oír que Jesús les decía: "Desde ahora seréis pescadores de hombres", dejó sus redes y a su padre y a su empresa pesquera y se fue con Jesucristo a colaborarle en su apostolado. Presenció todos los grandes milagros de Cristo, y con Pedro y Juan fueron los únicos que estuvieron presentes en la Transfiguración del Señor y en su Oración en el Huerto de Getsemaní. ¿Por qué lo prefería tanto Jesús? Quizás porque (como dice San Juan Crisóstomo) era el más atrevido y valiente para declararse amigo y seguidor del Redentor, o porque iba a ser el primero que derramaría su sangre por proclamar su fe en Jesucristo. Que Jesús nos tenga también a nosotros en el grupo de sus preferidos.

Cuenta el santo Evangelio que una vez al pasar por un pueblo de Samaria, la gente no quiso proporcionarles ningún alimento y que Santiago y Juan le pidieron a Jesús que hiciera llover fuego del cielo y quemara a esos maleducados. Cristo tuvo que regañarlos por ese espíritu vengativo, y les recordó que El no había venido a hacer daño a nadie sino a salvar al mayor número posible de personas. Santiago no era santo cuando se hizo discípulo del Señor. La santidad le irá llegando poquito a poco.

Otro día Santiago y Juan comisionaron a Salomé, su madre, para que fuera a pedirle a Jesús que en el día de su gloria los colocara a ellos dos en los primeros puestos: uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús les dijo: "¿Serán capaces de beber el cáliz de amargura que yo voy a beber?" Ellos le dijeron: "Sí somos capaces". Cristo añadió: "El cáliz de amargura sí lo beberán, pero el ocupar los primeros puestos no me corresponde a Mí el concederlo, sino que esos puestos son para aquellos para quienes los tiene reservado mi Padre Celestial". Los otros apóstoles se disgustaron por esta petición tan vanidosa de los dos hijos de Zebedeo, pero Jesús les dijo a todos: "El que quiera ser el primero, que se haga el servidor de todos, a imitación del Hijo del hombre que no ha venido a ser servido sino a servir". Seguramente que con esta lección de Jesús, habrá aprendido Santiago a ser más humilde.

Después de la Ascención de Jesús, Santiago el Mayor se distinguió como una de las principales figuras entre el grupo de los Apóstoles. Por eso cuando el rey Herodes Agripa se propuso acabar con los seguidores de Cristo, lo primero que hizo fue mandar cortarle la cabeza a Santiago, y encarcelar a Pedro. Así el hijo de Zebedeo tuvo el honor de ser el primero de los apóstoles que derramó su sangre por proclamar la religión de Jesús Resucitado.

Antiguas tradiciones (del siglo VI) dicen que Santiago alcanzó a ir hasta España a evangelizar. Y desde el siglo IX se cree que su cuerpo se encuentra en la catedral de Compostela (norte de España) y a ese santuario han ido miles y miles de peregrinos por siglos y siglos y han conseguido maravillosos favores del cielo. El historiador Pérez de Urbel dice que lo que hay en Santiago de Compostela son unas reliquias, o sea restos del Apóstol, que fueron llevados allí desde Palestina.

Es Patrono de España y de su caballería. Los españoles lo han invocado en momentos de grandes peligros y han sentido su poderosa protección. También nosotros si pedimos su intercesión conseguiremos sus favores.

jueves, 23 de julio de 2015

SAN CHARBEL MAKHLUF




Chárbel Yusef Mahklouf

Chárbel Makhlouf (en árabe, شربل مخلوف Šarbil Majlūf; n. Beqakafra, 8 de mayo de 1828 - m. Annaya, 24 de diciembre de 1898) fue un asceta y religioso maronita libanés (en el siglo, su verdadero nombre era Yusef Antun Majluf (يوسف أنطون مخلوف), Yusef es el equivalente árabe de “José” y Antun lo es de “Antonio”).
Quedó huérfano de padre a la edad de 3 años, y quedó luego al cuidado de su madre, quien posteriormente se casó en segundas nupcias con un hombre devoto que sería posteriormente monje maronita (el hombre casado en el rito maronita, tiene acceso a ordenarse como sacerdote).
Sus años como monje maronita
En 1851, viajó a la localidad de Mayfouq, en cuyo monasterio maronita ingresó como novicio y recibió el nombre de Fray Chárbel, a la edad de 20 años. Permaneció también en Kfifane, donde recibió instrucción de su confesor, San Nimatullah Al-Hardini.
En el monasterio maronita de Annaya, donde vivió hasta su muerte, hizo los votos solemnes en 1853 y fue ordenado sacerdote en 1859.
Fray Chárbel se destacó por su amor a Cristo y su vida de oración, ayuno y sufrimientos, la predicación y por la taumaturgia (don de sanar enfermos) que, para los creyentes, continuó incluso después de su muerte.
San Chárbel: Ejemplo de vida consagrada al sacerdocio
Chárbel, con 25 años de edad, se consagró en 1853 al Señor por los tres votos religiosos de obediencia, pobreza y castidad, y tuvo su plena consagración recibiendo, a la edad de 31 años, el sacramento del sacerdocio, el 23 de julio de 1859 en la sede patriarcal de Bkerke, por la imposición de las manos de Monseñor Yusef El-Marid.
En su vida sacerdotal, San Chárbel no hizo más que poner en práctica lo que había aprendido de su maestro espiritual y profesor de Teología, el Beato Nemtala El Hardini, cuando le dijo : "Ser sacerdote, hijo mío, es ser otro Cristo. Para llegar a serlo no hay más que un camino: ¡el del Calvario! Comprométase sin decaimiento. Él lo ayudará". Así Chárbel vivió su consagración religiosa y sacerdotal, imitando a Cristo el sacrificado y haciendo de su misa el centro alrededor del cual se cristalizaría su existencia como sacerdote ermitaño.
Dios llama al sacerdote como llamó a Abraham: "Deja tu tierra natal y la casa de tu padre, y ve al país que yo te mostraré. Yo... te bendeciré. Engrandeceré tu nombre y serás una bendición y por ti se bendecirán todos los pueblos de la tierra" (Gen 12, 1-3). Así Chárbel entendió la misión del sacerdote y dejó atrás su casa, su familia y su tierra para dedicarse a ejercer su ministerio dentro de los límites de su vocación monacal. Su desprendimiento fue total, llegando al punto de rehusarse a ir a su aldea para celebrar una misa en presencia de su madre llamada Brigitte Chediac, la cual no pudo asistir a su ordenación sacerdotal. Pero el espíritu que lo determinó a tomar esta decisión, será siempre el secreto de su mística espiritual y el misterio de su santidad.
Siendo así que durante toda su vida ejerció su labor como sacerdote librándose de las ataduras de la sangre para unirse a los lazos de la gracia y así ser dócil a la acción del Espíritu Santo.
Su muerte y canonización
Chárbel Mahklouf murió en el monasterio maronita de Annaya, en la nochebuena de diciembre de 1898, donde actualmente yacen sus restos incorruptos, se dice que desde su tumba emana un líquido acuoso de sangre, siendo éste un caso de emanación milagrosa de sangre licuada o licuefacción, como los de san Gennaro de Nápoles, san Nicolás de Tolentino y de san Pantaleón en el Monasterio de la Encarnación de Madrid.
Fue beatificado en 1965 y canonizado en 1977, siendo desde ese año, el primer santo del Líbano.Se convirtió en un santo antes que su maestro "San Nematalá Hardini."

miércoles, 22 de julio de 2015

SANTA BRIGIDA




Brígida de Suecia
Brígida Birgersdotter, conocida como Santa Brígida de Suecia (Skederid, actual municipio de Norrtälje, Uppland, Suecia, 1303 - Roma, 23 de julio de 1373). Fue una religiosa católica, mística, escritora, y teóloga sueca. Fue declarada santa por la Iglesia Católica en 1391; es considerada además la santa patrona de Suecia, una de los patronos de Europa, y de las viudas.
Perteneció a una familia aristócrata, emparentada con el rey Magnus Ladulás. Por medio de sus padres y de su esposo perteneció a los círculos políticos más influyentes de la Suecia medieval. Fue la fundadora de la Orden del Santísimo Salvador, vigente en la actualidad.
Considerada como santa patrona del municipio de Úmbita, Boyacá, en Colombia.
Infancia
Santa Brígida nació alrededor de 1303, según una muy antigua tradición, en la finca de Finsta, al oeste de la ciudad de Norrtälje, en la provincia de Uppland.
Finsta era el domicilio de la familia Finsta, y perteneció durante un tiempo (aunque no cuando nació Brígida) a su padre Birger Persson. Su padre era juez de Uppland, y su abuelo paterno, su abuelo materno y su hermano también ejercieron esa profesión. Su esposo sería también juez, y tendría un hijo que ejercería la misma actividad. Su madre fue Ingeborg Bengtsdotter, y fue la segunda esposa de su padre.
Su abuelo materno era primo de Magnus Ladulás, de modo que Brígida tenía parentesco con la familia real sueca.
La "gruta de las oraciones" (construida en el siglo XX) se halla siempre abierta a visitantes. Según la tradición, allí se apareció Santa Brígida por vez primera. En las cercanías de Finsta se halla la iglesia de Skederid (del siglo XIII), el templo de la infancia de Brígida.
Vida
Desde niña Brígida tuvo visiones. Una vez vio a la virgen María colocarle una corona en su cabeza. En otra ocasión vio ante ella a Jesucristo torturado y muerto en la cruz. Estos dos dilemas, la profunda devoción a María y las meditaciones sobre el sufrimiento de Cristo, marcarían toda la vida de Brígida.
Cuando Brígida tenía unos 10 años murió su madre. Su padre se consideró incapaz para darle una educación como la que merecía una niña de su condición social, por lo que la envió a casa de su cuñada Catarina Bengtsdotter en Aspanäs, junto al lago Sommen, en Östergötland.
Algunos años después, cuando Brígida tenía alrededor de 13 años, fue dada en matrimonio, contra su voluntad, a Ulf Gudmarsson. Fue madre de ocho hijos, entre ellos, santa Catalina de Suecia.
La devoción de Brígida influyó también en su marido. Entre otros viajes, los esposos realizaron peregrinaciones a Nídaros (actual Trondheim) y a Santiago de Compostela. En el camino a España, en la ciudad francesa de Arras, Ulf cayó enfermó. Cuando se temía lo peor, el santo francés San Dionisio se apareció ante Brígida y le prometió que su marido no moriría en esa ocasión.
De regreso a Suecia, Brígida y Ulf se establecieron junto al convento de Alvastra, donde Ulf murió en 1344 (aproximadamente). Entonces Brígida repartió sus bienes entre sus herederos y los pobres, para ella vivir de manera sencilla en las inmediaciones del convento de Alvastra. En ese tiempo aumentó el número de visiones, que representan, hasta la partida a Roma, la mayor parte de las apariciones que tuvo Brígida.
En las apariciones, Brígida recibió la misión de llevar mensajes tanto a políticos como a líderes religiosos. También tuvo diálogos con santos y muertos.
Brígida viajó a Roma en el año 1349 con el propósito de tomar parte en la celebración del jubileo de 1350, y para obtener el permiso del papa de fundar una nueva orden religiosa. Los problemas con los que se enfrentó Brígida era que el papa residía entonces en Aviñón, y que la Iglesia había prohibido el establecimiento de más órdenes. La ausencia del papa no desanimó a Brígida, pues ella ya sabía, debido a una visión que había tenido, que ella vería al Papa y al Emperador encontrarse en Roma.
En Roma residió primero cerca de la basílica de San Lorenzo in Damaso. Fue testigo del decaimiento espiritual de la ciudad tras la partida del papa. Durante su estancia en la ciudad, escribió cartas al papa, donde le suplicaba que regresara a Roma, y se dedicó a visitar las iglesias que contenían tumbas de santos. En la iglesia de San Lorenzo in Panisperna, en la colina de Viminale, pidió a los transeúntes limosnas para los necesitados. También aprovechó para viajar en peregrinación a santuarios de Asís, Nápoles e Italia del sur.
En 1368, el papa Urbano V regresó a Roma y el 21 de octubre se entrevistó con el emperador Carlos IV. Entonces pudo Brígida entregar las reglas de su orden al papa, quien se encargaría de examinarlas. Las reglas fueron aceptadas con varias revisiones y fuertes cambios con los que probablemente Brígida no estuvo nada de acuerdo. Además el papa tomó la decisión de dejar Italia nuevamente por motivos de seguridad, situación con la que Brígida no estuvo nada de acuerdo. Ella profetizó que el papa recibiría un fuerte golpe de Dios, y cuando Urbano V tenía dos meses de haber regresado a Aviñón, murió.

En 1371, cuando contaba con unos 68 años, Brígida realizó un viaje a Tierra Santa, con un itinerario que pasaría por Nápoles y Chipre. En Nápoles murió su hijo Carlos Ulvsson, lo que le acarreó a Brígida grandes preocupaciones. Ella tuvo entonces otra aparición, que le garantizó el perdón divino a su hijo gracias a las oraciones y lágrimas de su madre.
Cuando regresó a Roma en el verano de 1373, una enfermedad la debilitó, y finalmente murió en la actual Plaza Farnese. De acuerdo a su propia voluntad, sus restos mortales fueron trasladados a Suecia, específicamente al convento de Vadstena después de haber sido enterrados en la iglesia romana de San Lorenzo in Panisperna. En 1377, por orden del obispo de Jaén Alfonso Pecha de Vadaterra, amigo y confesor de Brígida, salió a la luz la primera edición de sus Apariciones celestiales. En 1378, se llevó a cabo otra aprobación sobre las reglas de la orden religiosa de Brígida, y en 1384 se consagró el convento de Vadstena.
El proceso de canonización de Brígida comenzó en 1377 y culminó en 1391. En 1999 santa Brígida fue elevada, junto con santa Catalina de Siena y santa Teresa Benedicta de la Cruz a ser copatrona de Europa.
La orden de santa Brígida perdura hasta nuestros días con el nombre de La Orden del Santo Salvador (Ordo Sancti Salvatoris), llamada comúnmente Orden Brigidina. Los restos de santa Brígida se encuentran en el convento de Vadstena.
El edificio donde la santa vivió en Roma, la Casa di Santa Brigida, contiene un templo, un convento, y un albergue.
Cronología
1303 - Nacimiento de Brígida.
1309 - El papa se establece en Aviñón.
1314 - Muere la madre de Brígida, Ingeborg Bengtsdotter. Brígida se muda a casa de su tía Catarina Bengtsdotter, en la localidad de Aspanäs.
1316 - Brígida se casa con Ulf Gudmarsson.
1319 - Magnus Eriksson, de 3 años de edad, es elegido rey de Suecia.
1320 - Brígida recibe siete fincas en la provincia de Småland al repartirse los bienes de su madre.
1321 - Birger Persson, padre de Brígida, viaja en peregrinación a Santiago de Compostela, Aviñón y Roma.
1322 - Crisis en el gobierno de la regencia.
1326 - Muere Birger Persson, padre de Brígida
1332 - Magnus Eriksson entra a gobernar como nuevo rey.
1335 - El rey Magnus II se casa con Blanca de Namur. Brígida se convierte en consejera de la reina y su esposo Ulf en consejero del reino.
1337 - Estalla la guerra de los cien años entre Inglaterra y Francia.
1339 - Brígida y Ulf viajan en peregrinación a Nídaros (Trondheim).
1341-1342 - Brígida y Ulf viajan a Santiago de Compostela.
1342 - Brígida y Ulf establecen su residencia en las inmediaciones del convento de Alvastra.
1344/1346 - Muere Ulf Gudmarsson, esposo de Brígida.
1346 - El rey Magnus y la reina Blanca deciden donar la finca de Vadstena a la iglesia para construir ahí un convento.
1347 - Los reyes legan en su testamento una fuerte suma para la construcción del convento de Vadstena.
1348 - Brígida intenta negociar la paz en la guerra de los cien años y persuade al papa de viajar a Roma.
1349 - Brígida viaja a Roma.
aprox. 1353 - Brígida viaja en peregrinación a Asís.
aprox. 1354 - Brígida se muda a una casa en la plaza Farnese de Roma.
década de 1360 - Brígida peregrina a Italia del sur y vive un tiempo en Nápoles, donde conoce al obispo de Jaén Alfonso Pecha de Vadaterra.
1368 - El papa Urbano VI se entrevista con el emperador Carlos IV en Roma, cumpliéndose la profecía de Brígida.
1370 - El papa Urbano VI aprueba las reglas de la orden religiosa de Brígida, con grandes modificaciones.
1371 - Brígida viaja a Nápoles (25 de noviembre).
1372 - Brígida se integra a una peregrinación a Tierra Santa (14 de marzo). Se detiene en Chipre. En agosto llega a Belén, donde tiene una visión del nacimiento de Jesús. En septiembre se embarca hacia Nápoles, donde llega en diciembre.
1373 - Brígida regresa a Roma. Escribe sus últimas cartas al papa de Aviñón pidiéndole regresar a Roma. Brígida muere el 23 de julio. Sus restos son transportados a Suecia por medio de dos de sus hijos.
1374 - Los restos de Brígida son sepultados en Vadstena el 4 de julio. El arzobispo Birger Gregersson lleva a cabo la compilación de los primeros milagros de Brígida.
1376 - El obispo Nils Hermansson hace una nueva compilación de milagros.
1377 - Se llevan a cabo en Roma las primeras acciones sobre la canonización de Brígida. El obispo Alfonso Pecha publica la primera edición de las Apariciones celestiales de Brígida. El papa Gregorio XI regresa la sede papal de Aviñón a Roma.
1378 - Se fijan las reglas de la orden religiosa de Brígida.
1379 - Se abre el proceso de canonización. El papa nombra a cuatro cardenales para las indagaciones.
1384 - Se consagra el convento de Vadstena.
1391 - Se canoniza a Brígida el 7 de octubre.
1396 - Se denomina a Brígida santa patrona de Suecia.
1430 - Es consagrado el templo del convento de Vadstena.
1492 - Se imprime en Lübeck la primera edición completa en latín de las Apariciones celestiales por orden del convento de Vadstena.
1999 - Santa Brígida es proclamada por el papa Juan Pablo II como una de las tres copatronas de Europa.

martes, 21 de julio de 2015

SANTA MARIA MAGDALENA




Santa María Magdalena


"Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados."
(Mt 5,5)


Su nombre era María, que significa "preferida por Dios", y era natural de Magdala en Galilea; de ahí su sobrenombre de Magdalena. Magdala, ciudad a la orilla del Mar de Galilea, o Lago de Tiberiades.

Jesús, al dar su Espíritu a sus apóstoles, les dijo que perdonasen los pecados conforme se lo habían visto a Él hacer: y la liturgia nos recuerda hoy un ejemplo, que será siempre famoso, de la misericordia del Salvador con los que se duelen de sus pasados extravíos.

María, hermana de Marta y Lázaro, era pública pecadora, hasta que tocada un día por la gracia, vino a rendirse a los pies del Señor.  “No te acerques a mí, porque estoy puro”, le dirían los soberbios; pero el Señor, al contrario, la recibe y perdona. Por eso Jesús, “acoge bondadoso la ofrenda de sus servicios”, y le ofrece para siempre un sitial de honor en su corte real. La contrición transforma su amor. “Por haber amado mucho, se le perdonan muchos pecados”. Movido por sus ruegos resucita Jesús a Lázaro, su hermano, y cuando Jesús es crucificado, le asiste, más muerta que viva; preguntando, como la esposa de los Cantares, a dónde han puesto su esposo Divino, Cristo la llama por su propio nombre, y mándale llevar a los discípulos la nueva de su Resurrección.

A imitación de la gran Santa María Magdalena, vengamos en espíritu de amor y de compunción, a ofrecer a Jesús, presente en la santa Misa, el tesoro de nuestras alabanzas. Hagámosle compañía, como las dos hermanas Marta y María; adornemos su altar, con ese recio espíritu de fe que no teme el escándalo farisaico, con todo el esplendor que conviene a la casa de Dios. Imitémosla sobre todo en su acendrado amor a Jesús, seguros de que haciéndolo así, lograremos la remisión entera de nuestras pasadas culpas, elevándonos, desde el fondo de nuestra miseria a la sima de la santidad. Al que busca a Dios con gemidos, pronto le abre la puerta de su misericordia y de sus ricos tesoros.   


Cuatro menciones en los Evangelios:

1) Los siete demonios. Lo primero que dice el Evangelio acerca de esta mujer, es que Jesús sacó de ella siete demonios (Lc 8,2), lo cual es un favor grandísimo, porque una persona poseída por siete espíritus inmundos tiene que haber sido impresionantemente infeliz. Esta gran liberación obrada por Jesús debió dejar en Magdalena una gratitud profundísima.

Nuestro Señor decía que cuando una persona logra echar lejos a un mal espíritu, este se va y consigue otros siete espíritus peores que él y la atacan y así su segundo estado llega a ser peor que el primero (Lc 11,24). Eso le pudo suceder a Magdalena. Y que enorme paz habrá experimentado cuando Cristo alejó de su alma estos molestos espíritus.

A nosotros nos consuela esta intervención del Salvador, porque a nuestra alma la atacan también siete espíritus dañosísimos: el orgullo, la avaricia, la ira, la gula, la impureza o lujuria, envidia, la pereza y quizás varios más. ¿Quién puede decir que el espíritu del orgullo no le ataca día por día? ¿Habrá alguien que pueda gloriarse de que el mal espíritu de la impureza no le ha atacado y no le va a atacar ferozmente? Y lo mismo podemos afirmar de los demás.

Pero hay una verdad consoladora: Y es que los espíritus inmundos cuando veían o escuchaban a Jesús empezaban a tembar y salían huyendo. ¿Por qué no pedirle frecuentemente a Cristo que con su inmenso poder aleje de nuestra alma todo mal espíritu? El milagro que hizo en favor de la Magdalena, puede y quiere seguirlo haciendo cada día en favor de todos nosotros.

2) Se dedicó a servirle con sus bienes. Amor con amor se paga. Es lo que  hizo la Magdalena. Ya que Jesús le hizo un gran favor al librarla de los malos espíritus, ella se dedicó a hacerle pequeños pero numerosos favores. Se unió al grupo de las santas mujeres que colaboraban con Jesús y sus discípulos (Juana, Susana y otras). San Lucas cuenta que estas mujeres habían sido liberadas por Jesús de malos espíritus o de enfermedades y que se dedicaban a servirle con sus bienes (Lc 8,3). Lavaban la ropa, preparaban los alimentos; quizás cuidaban a los niños mientras los mayores escuchaban al Señor; ayudaban a catequizar niños, ancianos y mujeres, etc...

3) Junto a la cruz. La tercera vez que el Evangelio nombra a Magdalena es para decir que estuvo junto a la cruz, cuando murió Jesús. La ausencia de hombres amigos junto a la cruz del Redentor fue escandalosa. Sencillamente no se atrevieron a aparecer por ahí. No era nada fácil declararse amigo de un condenado a muerte. El único que estuvo junto a Él fue Juan. En cambio las mujeres se mostraron mucho más valerosas en esa hora trágica y fatal. Y una de ellas fue Magdalena.

San Mateo (Mt 27,55), San Marcos (Mc 15, 40) y San Juan (Jn 19, 25) afirman que junto a la cruz de Jesús estaba la Magdalena. En las imágenes religiosas de todo el mundo los artistas han pintado a María Magdalena junto a María, la Madre de Jesús, cerca de la cruz del Redentor agonizante, como un detalle de gratitud a Jesús.

4) Jesús resucitado y la Magdalena. Uno de los datos más consoladores del Evangelio es que Jesús resucitado se aparece primero a dos personas que habían sido pecadoras pero se habían arrepentido: Pedro y Magdalena. Como para animarnos a todos los pecadores, con la esperanza de que si nos arrepentimos y corregimos lograremos volver a ser buenos amigos de Cristo.

Los cuatro evangelistas cuentan como María Magdalena fue el domingo de Resurrección por la mañana a visitar el sepulcro de Jesús. San Juan lo narra de la siguiente manera:

"Estaba María Magdalena llorando fuera, junto al sepulcro y vio dos ángeles donde había estado Jesús. Ellos le dicen: - ¿Mujer, por qué lloras? - Ella les responde: - Porque se han llevado a mi Señor, y no sé donde lo han puesto.

Dicho esto se volvió y vio que Jesús estaba ahí, pero no sabía que era Jesús.

Le dice Jesús: - ¿Mujer por qué lloras? ¿A quién buscas?

Ella, pensando que era el encargado de aquella finca le dijo: - Señor, si tú lo has llevado, dime donde lo has puesto, yo me lo llevaré.

Jesús le dice: '¡María!'

Ella lo reconoce y le dice : '¡Oh Maestro!' (y se lanzó a besarle los pies).

Le dijo Jesús: - Suéltame, porque todavía no he subido al Padre. Vete donde los hermanos y diles: 'Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios a vuestro Dios'.

Fue María Magdalena y les dijo a los discípulos: - He visto al Señor, y me ha dicho esto y esto." (Jn. 27, 11).

Esta mujer tuvo el honor de ser la encargada de comunicar la noticia de la resurrección de Jesús.

lunes, 20 de julio de 2015

SAN LORENZO DE BRINDIS




San Lorenzo de Brindis
Predicador
Año 1619

Lorenzo significa: coronado de laurel. Laureado. Este santo ha sido quizás el más famoso predicador de la comunidad de Padres Capuchinos.

Nació en Brindis (Italia) cerca de Nápoles. Desde pequeño demostró tener una memoria asombrosa. Dicen que a los ocho años repitió desde el púlpito de la Catedral un sermón escuchado a un famoso predicador, con gran admiración de la gente.

Cuando pidió ser admitido como religioso en los Padres Capuchinos, el superior le adevirtió que le iba a ser muy difícil soportar aquella vida tan dura y tan austera. El joven le preguntó: "Padre, ¿en mi celda habrá un crucifijo?". "Si, lo habrá", respondió el superior. "Pues eso me basta. Al mirar a Cristo Crucificado tendré fuerzas para sufrir por amor a El, cuaquier padecimiento".

La facilidad de Lorenzo para aprender idiomas y para grabarse en la memoria todo lo que leía, dejó atónitos a sus superiores y compañeros. Prácticamente se aprendía de memoria capítulos enteros de la S. Biblia y muchas páginas más de libros piadosos. Hablaba seis idiomas: griego, hebreo, latín, francés, alemán e italiano.

Y su capacidad para predicar era tan excepcional, que siendo simple seminarista, ya le fue encomendado el predicar los 40 días de Cuaresma en la Catedral de Venecia por dos años seguidos. Las gentes vibraban de emoción al oir sus sermones, y muchos se convertían.

Un sacerdote le preguntó: "Fray Lorenzo, ¿a qué se debe su facilidad para predicar? ¿A su formidable memoria?" Y él respondió: "En buena parte se debe a mi buena memoria. En otra buena parte a que dedico muchas horas a prepararme. Pero la causa principal es que encomiendo mucho a Dios mis predicaciones, y cuando empiezo a predicar se me olvida todo el plan que tenía y empiezo a hablar como si estuviera leyendo en un libro misterioso venido del cielo".

Los capuchinos nombraron a Fray Lorenzo superior del convento y luego superior de Italia. Más tarde al constatar las grandes cualidades que tenía para gobernar, lo nombraron superior general de toda su comunidad en el mundo. En sus años de superiorato recorrió muchos países visitando los conventos de sus religiosos para animarlos a ser mejores y a trabajar mucho por el reino de Cristo. Había días que caminaba a pie 50 kilómetros. No le asustaba desgastarse en su salud con tal de conseguir la salvación de las almas y la extensión del reino de Dios. La gente lo amaba porque era sumamente comprensivo y bondadoso, y porque sus consejos hacían un gran bien. Siendo superior, sin embargo servía a la mesa a los demás, y lavaba los platos de todos.

El Santo Padre, el Papa, lo envió a Checoslovaquia y a Alemania a tratar de extender la religión católica en esos países. Se fue con un buen grupo de capuchinos, y empezó a predicar. Pero en esos días un ejército de 60 mil turcos mahometanos invadió el país con el fin de destruir la religión, y el jefe de la nación pidió al Padre Lorenzo que se fuera con sus capuchinos a entusiasmar a los 18 mil católicos que salían a defender la patria y la religión. La batalla fue terriblemente feroz. Pero San Lorenzo y sus religiosos recorrían el campo de batalla con una cruz en alto cada uno, gritando a los católicos: "Ánimo, estamos defendiendo nuestra santa religión". Y la victoria fue completa. Los soldados victoriosos exclamaban: "La batalla fue ganada por el Padre Lorenzo".

El Papa Clemente VIII decía que el Padre Lorenzo valía él solo más que un ejército.

El Sumo Pontífice lo envió de delegado suyo a varios países, y siempre estuvo muy activo de nación en nación dirigiendo su comunidad y fundando conventos, predicando contra los protestantes y herejes, y trabajando por la paz y la conversión. Pero lo más importante en cada uno de sus días eran las prácticas de piedad. Durante la celebración de la Santa Misa, frecuentemente era arrebatado en éxtasis, y su orar era de todas las horas y en todos los sitios. Por eso es que obtuvo tan grandes frutos apostólicos.

Dormía sobre duras tablas. Se levantaba por la noche a rezar salmos. Ayunaba con frecuencia. Su alimento era casi siempre pan y verduras. Huía de recibir honores, y se esforzaba por mantenerse siempre alegre y de buen humor con todos. La gente lo admiraba como a un gran santo. Su meditación preferida era acerca de la Pasión y Muerte de Jesucristo.

En 1959 fue declarado "Doctor de la Iglesia", por el Sumo Pontífice Juan XXIII. Y es que dejó escritos 15 volúmenes de enseñanzas, y entre ellos 800 sermones muy sabios. En Sagrada Escritura era un verdadero especialista.

Cuando viajaba a visitar al rey de España enviado por la gente de Nápoles para pedirle que destituyera a un gobernador que estaba haciendo mucho mal, se sintió sin fuerzas y el 22 de julio de 1619, el día que cumplía sus 60 años, murió santamente. Ha sido llamado el "Doctor apostólico".

Ruega por nosotros, querido San Lorenzo, para que no tengamos miedo a gastarnos y desgastarnos por Cristo y su Santa Iglesia, como lo hiciste tú.

Dijo Jesús: "Si el grano de trigo muere, produce mucho fruto".

SAN APOLINAR




San Apolinar de Rávena, obispo y confesor

fecha: 20 de julio
fecha en el calendario anterior: 23 de julio
†: c. s. II - país: Italia
otras formas del nombre: Apollinaris
canonización: pre-congregación

San Apolinar fue el primer obispo de Rávena (o Ravena) y el único mártir de dicha ciudad cuyo nombre se conoce. Según las actas de su martirio, Apolinar nació en Antioquía, dondé fue discípulo de san Pedro, y el Príncipe de los Apóstoles le nombró obispo de Rávena. Pero se trata de una fábula del siglo VII, inventada para dar prestigio a la sede episcopal de dicha ciudad. San Apolinar fue uno de los mártires más famosos en la Iglesia primitiva, y la gran veneración que se le profesaba es el mejor testimonio de su santidad y espíritu apostólico, pero ello no nos autoriza a prestar crédito a la leyenda.

Según ésta, Apolinar curó milagrosamente a la esposa de un oficial, y tanto el marido como la mujer se convirtieron al cristianismo. También sanó a un sordo llamado Bonifacio y obtuvo tal cantidad de conversiones, que las autoridades le desterraron de la ciudad. Entonces, Apolinar fue a predicar el Evangelio a Bolonia, donde convirtió a todos los miembros de la familia del patricio Rufino. Partió al exilio nuevamente y durante la travesía, naufragó en las costas de Dalmacia, donde fue maltratado por predicar el Evangelio. Apolinar volvió tres veces a su sede, y otras tantas fue capturado, torturado y desterrado nuevamente. En su cuarta visita el emperador Vespasiano publicó un decreto por el que ordenaba el destiero a todos los cristianos. San Apolinar consiguió esconderse algún tiempo con la ayuda de un centurión cristiano, pero finalmente fue descubierto por el populacho, que le condujo al barrio de Classis, donde le golpeó hasta dejarle por muerto.

domingo, 19 de julio de 2015

SAN FEDERICO




Federico se educó en la piedad y las ciencias sagradas con los clérigos de la ciudad de Utrecht. Una vez ordenado sacerdote, recibió del obispo Ricfrido la misión de instruir a los convertidos. Hacia el año 825 fue a su vez, elegido obispo de Utrecht. Inmediatamente empezó a establecer la disciplina, envió a san Odulfo y otros celosos misioneros al norte del país a disipar las tinieblas del paganismo.

Según la tradición, el santo se vio envuelto en las luchas que enfrentaron a los hijos del emperador contra su padre, Luis el Piadoso. Los príncipes acusaban a su madrastra, la emperatriz Judit, de graves inmoralidades. Cualquiera que haya sido la veracidad de tales acusaciones, el hecho es que san Federico amonestó a la emperatriz con gran caridad, lo cual no obstó para atraerle la cólera y el resentimiento de Judit. tnibién se creó enemigos en otros terrenos. Los habitantes de Walcheren, que eran bárbaros, se habían mostrado muy hostiles al cristianismo. Por ello, san Federico se reservó para evangelizar él mismo el territorio más peligroso y difícil de su diócesis, y envió a los misioneros a las regiones del norte. Entre las inmoralidades que era necesario combatir y que requirieron los mayores esfuerzos por parte del obispo, figuraban los matrimonios ilícitos entre parientes próximos y la frecuente separación de los cónyuges (se llegó a afirmar incluso que la unión de Luis el Piadoso con Judit era incestuosa, pero seguramente que sólo se trata de una sospecha de los hagiógrafos, dadas las costumbres de aquellos tiempos).

El 18 de julio de 838, según cuenta la tradición, san Federico fue apuñalado por dos asesinos cuando daba gracias al pie del altar, por haber celebrado la misa. Expiró pocos minutos más tarde, recitando el salmo 114: «Alabaré al Señor en la tierra de los vivos». El autor de la biografía de San Federico, en el siglo XI, afirma que la emperatriz Judit pagó a los asesinos, incitada por su esposo, ya que ninguno de los dos había perdonado al santo obispo la libertad con que reprendió a la soberana. Guillermo de Malmesbury y otros cronistas repiten la acusación, pero los autores posteriores, como Baronio y Mabillon, se inclinan a pensar que los asesinos fueron enviados por los habitantes de Walcheren. Tal opinión es más verosímil, ya que ninguno de los contemporáneos acusó del crimen a la emperatriz y, por otra parte, el hecho cuadra mal con la actitud cristiana de Luis el Piadoso y con el respeto que profesaba a la autoridad episcopal.

San Federico compuso una oración a la Santísima Trinidad, que se rezó durante mucho tiempo en los Países Bajos. Una prueba de la fama de santidad de que gozaba, es el poema que su contemporáneo, Rabano Mauro, consagró a sus virtudes.



La oración a la Trinidad

En las actas que transcriben los Bolandistas se hace referencia a la oración a la Ssma. Trinidad compuesta por el santo; sin embargo, los propios estudiosos no están del todo seguros de cuál es el texto de esa oración. Dan como posible el siguiente:

Aeternus est Pater, aeternus est Filius, aeternus est Spiritus Sanctus;

distinctio enim in personis, unitas cognoscitur in natura.

Omnipotens Pater, omnipotens Filius , omnipotens et Spiritus Sanctus.

Trinum quidem nomen , sed una virtus, et potentia.

Filius a Patre incomprehensibiliter genitus,

Spiritus Sanctus a Patre et Filio ineffabiliter procedens,

potestas non accidens, sed perpetua et individua manens,

summitas sociabiliter, regnum sine fine, gloria sempiterna,

quae sola creat, sola peccata dimittit, et caelorum regna concedit. Amen



[una traducción tentativa, aunque hay alguna que otra expresión difícil de volcar en español:



El Padre es eterno, el Hijo es eterno, el Espíritu Santo es eterno;

la distinción en las personas, la unidad es reconocida en la naturaleza.

El Padre es omnipotente, el Hijo es omnipotente, el Espíritu Santo es omnipotente;

Tres en el nombre, pero una sola fuerza y poder.

El Hijo es inaprehensiblemente engendrado desde el Padre,

mientras el Espíritu Santo inefablemente procede del Padre y del Hijo,

la potestad no disminuye, sino que permanece perpetua e indivisa,

grandeza comunicada, reino sin fin, gloria sempiterna,

que sola crea, sola perdona los pecados, y el reino de los cielos concede. Amén.

Quisiera observar que, aunque no es imposible (porque la expresión comenzó a circular por Occidente ya en el siglo V), la época del santo es un poco temprana como para que se use de manera natural la expresión teológica "procede del Padre y del Hijo", que Roma adoptó recién en el siglo XI. También puede ser que la oración tal como la tenemos adoptara más tarde esa formulación, aunque el conjunto de la oración tuviera en su mayor parte origen en el santo.

jueves, 16 de julio de 2015

SANTA CAROLINA




Carolina Kózka nació el 2 de agosto de 1898. Fue la cuarta de entre los once hijos de unos pobres campesinos, en el pueblo de Wal-Ruda perteneciente a la parroquia de Zabawa (diócesis de Tarnow). Ya desde su niñez respiraba en su familia el ambiente de piedad religiosa y honradez.

La vida de Carolina era muy simple y sencilla, trabajando en casa, paciente y silenciosa, dedicada al estudio y a una profunda vida del espíritu, marcada con la oración diaria, frecuente participación en la Eucaristía, una gran devoción a la Pasión del Señor y a la Virgen a la que Carolina llamaba "mi Madre de Dios". Debido a su bondad y amabilidad para con todos, la pureza de su comportamiento, la modestia en el vestir y su delicadeza, la llamaban "un verdadero ángel" y "la primera alma al cielo".
Durante la Primera Guerra Mundial, el 18 de noviembre de 1914, fue secuestrada y llevada al bosque por un soldado ruso y allí sufrió el martirio defendiendo su castidad. Las heridas que recibió testimonian la grandeza del sufrimiento y la heroicidad de una joven que prefirió morir antes que faltar a su virtud favorita de castidad. Al instante, después de encontrar el cuerpo martirizado de la chica, los parroquianos de Zabawa y otros pueblos vecinos empezaron a venerarla. Pasados varios años de esa veneración, se inició el proceso de su canonización, y Carolina fue llevada a los altares. La beatificación tuvo lugar en Tarnow, el día 10 de junio del 1987, durante el tercer viaje de Juan Pablo II a Polonia.
En la vida de Carolina no encontramos acontecimientos extraordinarios. Todo fue sencillo y simple, pero a la vez, lleno de amor de Dios. Y es ese amor de Dios algo hermoso, lo que da valor y grandeza a todos los actos más pequeños. "Amarle con todo el corazón…" Amarle con todo el corazón, en los retos y obligaciones del día a día. – fue éste el leitmotiv de todo lo que hacía Carolina. Amarle con todo el corazón, en los retos y obligaciones cotidianos.
Era eso lo que importaba – como atestiguaron varios testigos –  que nos amara Jesús, y que nosotros le amáramos a Él. "Trabajemos, no seamos vagas, para que Jesús nos ame." – decía a las compañeras recogiendo el heno. La actuación del amor de Dios en una actividad tan simple como el recoger el heno, la puede transformar en una obra grande. La conciencia de ello cautiva. También nosotros necesitamos esa conciencia de que no hay en la vida cosas pequeñas e insignificantes; todo es grande si está hecho con amor. Ayudaba a sus padres en los trabajos de la casa y del campo. Afanosa en ayudar a los mayores y enfermos, les leía libros, catequizaba a sus hermanos y enseñaba a los pequeños del pueblo. Ella misma era una de las mejores alumnas en el pueblo.
El rasgo importante de su espiritualidad fue la oración. Acontecía que, ya después de los rezos de la noche, cuando todos estaban acostados, Carolina quedaba largo rato arrodillada en su rinconcito. "¡Vete a dormir ya! ¡No estés de rodillas tanto, que hace frío!" – llamaba su padre al despertarse. "¡ya dormiré, papá!" – respondía Carolina. La oración durante el día era facilitada por el rosario, que siempre llevaba consigo. Los testigos afirmaban que rezaba el rosario completo diariamente. Valoraba mucho la oración y el estar en  la iglesia parroquial que distaba unos cuantos kilómetros de su casa. "Carolina, aún con el peor temporal, es capaz de ir a la iglesia." -  decían de ella los vecinos.
La mortificación y el espíritu de entrega es otro rasgo de la belleza de su alma. En las circunstancias de vida de Carolina, en la pobreza de entonces, la vida era llena de oportunidades de renuncia. Pero ella no se quejaba nunca – ni por el trabajo, ni del mísero vestido, ni del poco y mal comer.
Sin duda, uno de sus profundos deseos era la pureza. "Quiero ser pura, a ejemplo de la Santísima Madre" – decía cuando las amigas contaban sus planes para el futuro. Su delicadeza natural y modestia hacían que sus compañeros cuidaran su lenguaje y evitaran las conversaciones vanas y, mucho más, las palabrotas. Tenía mucha devoción al santo Estanislao Kostka, patrono de la juventud y ejemplo de castidad.
Su espiritualidad es la encarnación de la vocación a la santidad en la vida sencilla y normal. Que con su vida, Carolina nos ayude a comprender que la santidad está a nuestro alcance, que puedo ser santo allí, o probablemente, solamente allí donde estoy.

Fechas más importantes

2 de agosto de 1898 – nacimiento de Carolina Kózka en Wal-Ruda
7 de agosto de 1898 – bautismo en la iglesia parroquial en Radlow.
18 de mayo de 1914 – confirmación.
18 de noviembre de 1914 – martirio.
4 de diciembre de 1914 – Francisco Szwiec encuentra en el bosque el cadáver de Carolina.
30 de junio de 1986 – decreto del martirio de la Sierva de Dios Carolina Kozka.
10 de junio de 1987 – beatificada por Juan Pablo II.


Uno de muchos milagros por la intercesión de la Beata Carolina Kozka:
el don de la maternidad. 25 de noviembre de 2007

 Somos María y Tomás, vivimos en Cracovia. Estamos casados desde hace siete años. Recibiendo el sacramento del matrimonio deseábamos mucho el don de la paternidad-maternidad, estábamos ilusionados por tener familia. Pero a dos años de nuestro caminar juntos, apenas empezó a latir el corazón de nuestro primer hijo en mis entrañas, nos tuvimos que despedir de él. Se fue al Padre. El año siguiente otro niño nuestro se lo llevó el Señor.
Fue éste un gran sufrimiento para nosotros, y una experiencia difícil a la vez; y la pregunta que volvía una y otra vez: ¿porqué? Aún después de varios chequeos, no pudimos conseguir ver las causas de nuestro "fracaso", y fue entonces cuando me acordé de Karolinka – mi vieja conocida. Conocí a la beata Carolina cuando yo era estudiante de colegio, en su beatificación en Tarnów. Me impresionó mucho de chica. Pasaron muchos años hasta que nos "encontramos" de nuevo. Resultó que la abuela de mi marido vivía en el pueblo vecino a Zabawa, así que cada vez que íbamos por allí, saludaba a Carolina al pasar junto a la iglesia.
Y de este modo, gracias a la querida yaya Pepita (Józia) que hoy está aquí con nosotros, empezamos la oración a diario por la intercesión de la beata. La abuela nos contó el caso de una mujer conocida suya a la que había sido concedida la gracia de la maternidad por la intercesión de Carolina. A poco tiempo de esto, compré mi favorita revista "Milagros y gracias" ("Cuda i łaski"), dedicada aquella vez a la beata Carolina. Rezábamos cada día las oraciones que contenía aquel número. No tuvimos que esperar mucho, exactamente el 18 de noviembre de 2004, la conmemoración de la muerte trágica de Carolina, nos llegó la noticia de que había empezado a latir el corazón de nuestro niño "de plegarias". El embarazo estaba en peligro, tenía que permanecer en cama, pero Carolina estaba con nosotros. Y así, el día 18 de julio de 2005, al celebrar la misa en la intención del feliz desenlace que hacía tiempo había encargado mi mamá, en un parto difícil, fue cuando vio la luz nuestro hijito Radus, guapísimo y sano. Dábamos gracias a Dios y a Carolina, convencidos de que ella había intercedido por nosotros. La madrina fue mi querida amiga que junto con nosotros pedía por la intención. Fue por entonces cuando ella también dio a luz a su hija, Carolina, y que ahora mismo está escribiendo un libro sobre la beata. Hoy, nuestro hijo, ya de dos años, conoce unas cuantas oraciones que reza junto con nosotros, conoce a la beata a la que debe su existencia.
Agradecidos a Dios y a beata Carolina – María, Tomás y Radus.

Oración por la canonización de beata Carolina Kózka

Dios Omnipotente que revelas los misterios de tu Reino a los pequeños y humildes, tú guiaste a la beata Carolina hacia la santidad por la vía de la oración perseverante, del cumplimiento fiel de las obligaciones diarias, del compromiso apostólico en la parroquia y de la fidelidad a tu enseñanza hasta la muerte.
Ayúdanos a permanecer, como ella, en la oración, hacer de nuestro trabajo servicio a ti y a los prójimos, y ser apóstoles fervorosos en la comunidad eclesial. Fortaléceme, Señor, con tu gracia para que, a ejemplo de beata Carolina, en las contrariedades testimonie con mi vida cristiana y, cuando fuese necesario, dando mi vida, para reconocer que tú eres la vida verdadera y el supremo bien.
Te pido, Dios Omnipotente, la glorificación de la beata Carolina entre los santos de la Iglesia. Que a través de su ejemplo e intercesión, los jóvenes del siglo XXI sigan con valentía por el camino de las bienaventuranzas y que sean así la luz del mundo y la sal de la tierra, y todos los perdidos y los que buscan la Verdad encuentren el camino hacia ti. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Oración por la intercesión de beata Carolina Kózka

Dios clemente que hiciste que una joven consagrara su castidad únicamente para ti por la ofrenda de su vida, muriendo de la mano del enemigo, te pedimos por su intercesión la fuerza para luchar cada día contra las tentaciones.
Incítanos el fuerte propósito de vivir limpia y noblemente. Haz que sepamos reconocer nuestra vocación e imitar las virtudes de la beata Carolina, para que, cumpliendo tu voluntad, purifiquemos nuestras intenciones, y limpios de alma y cuerpo te sirvamos con gozo.

Que tu gracia nos proteja contra los ataques de los enemigos de la Iglesia. Por Cristo Señor nuestro. Amén.