Carolina
Kózka nació el 2 de agosto de 1898. Fue la cuarta de entre los once hijos de
unos pobres campesinos, en el pueblo de Wal-Ruda perteneciente a la parroquia
de Zabawa (diócesis de Tarnow). Ya desde su niñez respiraba en su familia el
ambiente de piedad religiosa y honradez.
La vida de
Carolina era muy simple y sencilla, trabajando en casa, paciente y silenciosa,
dedicada al estudio y a una profunda vida del espíritu, marcada con la oración
diaria, frecuente participación en la Eucaristía, una gran devoción a la Pasión
del Señor y a la Virgen a la que Carolina llamaba "mi Madre de Dios".
Debido a su bondad y amabilidad para con todos, la pureza de su comportamiento,
la modestia en el vestir y su delicadeza, la llamaban "un verdadero
ángel" y "la primera alma al cielo".
Durante la
Primera Guerra Mundial, el 18 de noviembre de 1914, fue secuestrada y llevada
al bosque por un soldado ruso y allí sufrió el martirio defendiendo su
castidad. Las heridas que recibió testimonian la grandeza del sufrimiento y la
heroicidad de una joven que prefirió morir antes que faltar a su virtud
favorita de castidad. Al instante, después de encontrar el cuerpo martirizado
de la chica, los parroquianos de Zabawa y otros pueblos vecinos empezaron a
venerarla. Pasados varios años de esa veneración, se inició el proceso de su
canonización, y Carolina fue llevada a los altares. La beatificación tuvo lugar
en Tarnow, el día 10 de junio del 1987, durante el tercer viaje de Juan Pablo
II a Polonia.
En la vida
de Carolina no encontramos acontecimientos extraordinarios. Todo fue sencillo y
simple, pero a la vez, lleno de amor de Dios. Y es ese amor de Dios algo
hermoso, lo que da valor y grandeza a todos los actos más pequeños.
"Amarle con todo el corazón…" Amarle con todo el corazón, en los
retos y obligaciones del día a día. – fue éste el leitmotiv de todo lo que
hacía Carolina. Amarle con todo el corazón, en los retos y obligaciones
cotidianos.
Era eso lo
que importaba – como atestiguaron varios testigos – que nos amara Jesús, y que nosotros le
amáramos a Él. "Trabajemos, no seamos vagas, para que Jesús nos ame."
– decía a las compañeras recogiendo el heno. La actuación del amor de Dios en
una actividad tan simple como el recoger el heno, la puede transformar en una
obra grande. La conciencia de ello cautiva. También nosotros necesitamos esa
conciencia de que no hay en la vida cosas pequeñas e insignificantes; todo es
grande si está hecho con amor. Ayudaba a sus padres en los trabajos de la casa
y del campo. Afanosa en ayudar a los mayores y enfermos, les leía libros,
catequizaba a sus hermanos y enseñaba a los pequeños del pueblo. Ella misma era
una de las mejores alumnas en el pueblo.
El rasgo
importante de su espiritualidad fue la oración. Acontecía que, ya después de
los rezos de la noche, cuando todos estaban acostados, Carolina quedaba largo
rato arrodillada en su rinconcito. "¡Vete a dormir ya! ¡No estés de
rodillas tanto, que hace frío!" – llamaba su padre al despertarse.
"¡ya dormiré, papá!" – respondía Carolina. La oración durante el día
era facilitada por el rosario, que siempre llevaba consigo. Los testigos
afirmaban que rezaba el rosario completo diariamente. Valoraba mucho la oración
y el estar en la iglesia parroquial que
distaba unos cuantos kilómetros de su casa. "Carolina, aún con el peor
temporal, es capaz de ir a la iglesia." -
decían de ella los vecinos.
La
mortificación y el espíritu de entrega es otro rasgo de la belleza de su alma.
En las circunstancias de vida de Carolina, en la pobreza de entonces, la vida
era llena de oportunidades de renuncia. Pero ella no se quejaba nunca – ni por
el trabajo, ni del mísero vestido, ni del poco y mal comer.
Sin duda,
uno de sus profundos deseos era la pureza. "Quiero ser pura, a ejemplo de
la Santísima Madre" – decía cuando las amigas contaban sus planes para el
futuro. Su delicadeza natural y modestia hacían que sus compañeros cuidaran su
lenguaje y evitaran las conversaciones vanas y, mucho más, las palabrotas.
Tenía mucha devoción al santo Estanislao Kostka, patrono de la juventud y
ejemplo de castidad.
Su
espiritualidad es la encarnación de la vocación a la santidad en la vida
sencilla y normal. Que con su vida, Carolina nos ayude a comprender que la
santidad está a nuestro alcance, que puedo ser santo allí, o probablemente,
solamente allí donde estoy.
Fechas más
importantes
2 de agosto
de 1898 – nacimiento de Carolina Kózka en Wal-Ruda
7 de agosto
de 1898 – bautismo en la iglesia parroquial en Radlow.
18 de mayo
de 1914 – confirmación.
18 de
noviembre de 1914 – martirio.
4 de
diciembre de 1914 – Francisco Szwiec encuentra en el bosque el cadáver de
Carolina.
30 de junio
de 1986 – decreto del martirio de la Sierva de Dios Carolina Kozka.
10 de junio
de 1987 – beatificada por Juan Pablo II.
Uno de
muchos milagros por la intercesión de la Beata Carolina Kozka:
el don de la
maternidad. 25 de noviembre de 2007
Somos María y Tomás, vivimos en Cracovia.
Estamos casados desde hace siete años. Recibiendo el sacramento del matrimonio
deseábamos mucho el don de la paternidad-maternidad, estábamos ilusionados por
tener familia. Pero a dos años de nuestro caminar juntos, apenas empezó a latir
el corazón de nuestro primer hijo en mis entrañas, nos tuvimos que despedir de
él. Se fue al Padre. El año siguiente otro niño nuestro se lo llevó el Señor.
Fue éste un
gran sufrimiento para nosotros, y una experiencia difícil a la vez; y la
pregunta que volvía una y otra vez: ¿porqué? Aún después de varios chequeos, no
pudimos conseguir ver las causas de nuestro "fracaso", y fue entonces
cuando me acordé de Karolinka – mi vieja conocida. Conocí a la beata Carolina
cuando yo era estudiante de colegio, en su beatificación en Tarnów. Me
impresionó mucho de chica. Pasaron muchos años hasta que nos
"encontramos" de nuevo. Resultó que la abuela de mi marido vivía en
el pueblo vecino a Zabawa, así que cada vez que íbamos por allí, saludaba a
Carolina al pasar junto a la iglesia.
Y de este
modo, gracias a la querida yaya Pepita (Józia) que hoy está aquí con nosotros,
empezamos la oración a diario por la intercesión de la beata. La abuela nos
contó el caso de una mujer conocida suya a la que había sido concedida la
gracia de la maternidad por la intercesión de Carolina. A poco tiempo de esto,
compré mi favorita revista "Milagros y gracias" ("Cuda i
łaski"), dedicada aquella vez a la beata Carolina. Rezábamos cada día las
oraciones que contenía aquel número. No tuvimos que esperar mucho, exactamente
el 18 de noviembre de 2004, la conmemoración de la muerte trágica de Carolina,
nos llegó la noticia de que había empezado a latir el corazón de nuestro niño
"de plegarias". El embarazo estaba en peligro, tenía que permanecer
en cama, pero Carolina estaba con nosotros. Y así, el día 18 de julio de 2005,
al celebrar la misa en la intención del feliz desenlace que hacía tiempo había
encargado mi mamá, en un parto difícil, fue cuando vio la luz nuestro hijito
Radus, guapísimo y sano. Dábamos gracias a Dios y a Carolina, convencidos de
que ella había intercedido por nosotros. La madrina fue mi querida amiga que
junto con nosotros pedía por la intención. Fue por entonces cuando ella también
dio a luz a su hija, Carolina, y que ahora mismo está escribiendo un libro
sobre la beata. Hoy, nuestro hijo, ya de dos años, conoce unas cuantas
oraciones que reza junto con nosotros, conoce a la beata a la que debe su
existencia.
Agradecidos
a Dios y a beata Carolina – María, Tomás y Radus.
Oración por
la canonización de beata Carolina Kózka
Dios
Omnipotente que revelas los misterios de tu Reino a los pequeños y humildes, tú
guiaste a la beata Carolina hacia la santidad por la vía de la oración
perseverante, del cumplimiento fiel de las obligaciones diarias, del compromiso
apostólico en la parroquia y de la fidelidad a tu enseñanza hasta la muerte.
Ayúdanos a
permanecer, como ella, en la oración, hacer de nuestro trabajo servicio a ti y
a los prójimos, y ser apóstoles fervorosos en la comunidad eclesial.
Fortaléceme, Señor, con tu gracia para que, a ejemplo de beata Carolina, en las
contrariedades testimonie con mi vida cristiana y, cuando fuese necesario,
dando mi vida, para reconocer que tú eres la vida verdadera y el supremo bien.
Te pido,
Dios Omnipotente, la glorificación de la beata Carolina entre los santos de la
Iglesia. Que a través de su ejemplo e intercesión, los jóvenes del siglo XXI
sigan con valentía por el camino de las bienaventuranzas y que sean así la luz
del mundo y la sal de la tierra, y todos los perdidos y los que buscan la
Verdad encuentren el camino hacia ti. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Oración por
la intercesión de beata Carolina Kózka
Dios
clemente que hiciste que una joven consagrara su castidad únicamente para ti
por la ofrenda de su vida, muriendo de la mano del enemigo, te pedimos por su
intercesión la fuerza para luchar cada día contra las tentaciones.
Incítanos el
fuerte propósito de vivir limpia y noblemente. Haz que sepamos reconocer
nuestra vocación e imitar las virtudes de la beata Carolina, para que,
cumpliendo tu voluntad, purifiquemos nuestras intenciones, y limpios de alma y
cuerpo te sirvamos con gozo.
Que tu
gracia nos proteja contra los ataques de los enemigos de la Iglesia. Por Cristo
Señor nuestro. Amén.
Me da gusto poder encontrar esta publicacion de la vida de Santa Carolina. mi nieta se llama Carolina y dudaba de la existencia de esta santa. Les doy gracias a las personas que nos ofrecen el conocimiento de estas vidas ejemplares para todos. Mi nieta tiene anhelos de ser santa y seguir el ejemplo de Santa Carolina.
ResponderEliminarMi amiga se llama Caroina
EliminarQué lindo conocer una santa Carolina! No sabía de su existencia. Soy argentina y sin querer pusimos a uno de nuestros hijos Estanislao por San Estanislao de Kozca. Qué signos que nos da Dios!!
ResponderEliminarMe gustan mucho los santos/as
ResponderEliminarMe llamo Carolina y no sabia que tenia una Santa, me pareció muy humilde, paciente y obediente, gracias que le pido porque no las tengo.
ResponderEliminarEl 5 de abril de 1987 tuve mi primera hija que la llamo Carolina porque había escuchado algo sobre Santa Carolina pero no sabia bien su historia, gracias por compartirla. Hoy mi hija esta casada y es mamá de 2 niños (Ivan 6 años y Celeste 8 meses
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