El Martes
Santo continúan las celebraciones de la Semana Santa cristiana, que conforme va
acercándose los días de los principales cultos (Jueves y Viernes Santo) siguen
su reflexión acerca de diversos pasajes de la Pasión, Muerte y Resurrección de
Jesús de Nazaret. Son días propicios para la reflexión profunda en los que la
Iglesia nos invita como en una “última llamada” a acercarnos al sacramento de
la confesión con el fin de estar preparados para vivir la Vigilia Pascual y el
gran acontecimiento de la Pascua. El cristiano debe estar en gracia de Dios
para participar con toda la Iglesia del gran banquete de la Eucaristía en la
Misa más importante del año.
« No me
entregues a la saña de mi adversario, porque, se
levantan contra
mí testigos falsos, que respiran violencia. »
(Antifona de
Entrada, Sal 26, 12)
« Salve, Rey
nuestro, obediente al Padre, fuiste llevado
a la
crucifixón, como manso cordero a la matanza. »
(Aclamación)
ORACIÓN
Dios
todopoderoso y eterno, concédenos participar tan vivamente en las celebraciones
de la pasión del Señor, que alcancemos tu perdón. Por Nuestro Señor Jesucristo.
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