Cirilo de
Alejandría (Alejandría, c. 370/3 - ibíd., 444)
fue un eclesiástico romano natural
de Egipto, Patriarca de
Alejandría desde 412 hasta su muerte.
Sobrino del
poderoso obispo Teófilo,
acompañó a su tío al Sínodo
de la Encina (403), en el cual fue depuestoJuan Crisóstomo. Más tarde sucedió a su tío
como obispo y patriarca de la sede alejandrina (412).
Muchos se opusieron a su nombramiento, quizá por su genio impaciente y
dominador. Su episcopado se caracterizó por la presión contra judíos, paganos y
otras confesiones cristianas, así como por sus roces con las autoridades
imperiales y su lucha de poder con el Patriarcado
de Constantinopla.
Sus obras
atestiguan un conocimiento extenso, además de la Biblia y de los escritores eclesiásticos, de los
autores no cristianos de su época. Parece ser que durante un tiempo se retiró
al desierto, donde recibió de los monjes educación ascética, según se deduce de las cuatro cartas
que le escribió Isidoro de Pelusio.
Es considerado santo por las Iglesias Católica, Ortodoxa y Copta.
En 1882 Cirilo
fue proclamado doctor de la Iglesia por
el Papa León XIII, quien al
mismo tiempo atribuyó el mismo título a otro importante exponente de la patrística griega, san Cirilo de Jerusalén.
Esta proclamación se basó en su firmeza al servicio de la doctrina y en la
valentía demostrada en defensa de la verdad católica, en particular contra el
supuesto error de Nestorio, patriarca de
Constantinopla, por lo que corrió el riesgo de ser desterrado y durante algunos
meses vivió la humillación de la cárcel: “Nosotros —escribió— por
la fe de Cristo estamos dispuestos a padecerlo todo: Las cadenas, la cárcel,
todas las incomodidades de la vida y la misma muerte”.
Vida
El 17 de octubre
del año 412 sucede a su tío en el patriarcado alejandrino. Su episcopado
continuó su feroz lucha de poder entre las sedes de Alejandría y Constantinopla, pero además se caracterizó por
un nuevo aumento de la presión contra paganos, herejes y judíos (tras la calma de los últimos años
de Teófilo) y sus roces con el poder imperial. Uno de sus primeros actos fue la
persecución de los novacianos (a
pesar de la existencia de un edicto imperial de tolerancia hacia ellos): ordenó
cerrar por la fuerza sus iglesias, expulsándolos del país, y decomisó el
patrimonio tanto eclesiástico como privado del obispo novacianoTeopento.
Cirilo persiguió
también a los mesalianos (del
sirio msaliyane = orantes), que ya habían sido declarados herejes en el sínodo
de Side de Panfilia del año 390.
Los mesalianos defendían la creencia que la salvaciónsólo se puede ganar gracias a la
continua oración.
En 414,
Cirilo instigó una serie de motines antijudíos y expropió casi todas las sinagogas de la capital egipciapara convertirlas en iglesias cristianas. El
Patriarca hizo comparecer ante sí a los principales líderes judíos, lo cual
suscitó una revuelta nocturna de protesta ante tales actos. En respuesta a este
suceso, una gran muchedumbre, dirigida por Cirilo, asaltó y destruyó la
sinagoga principal y saqueó las propiedades de los judíos. Por último, el Patriarca
desterró a los judíos de Alejandría involucrados en los disturbios, incluidos
mujeres y niños, privados de su hacienda y de alimentación, en un número de,
presuntamente, cien mil o incluso de doscientos mil.[cita requerida]
El prefecto Orestes se
quejó ante el emperador Teodosio II por
estos actos. Inmediatamente una horda de 500 monjes del desierto de Nitria
partió hacia Alejandría para
proteger al Patriarca, ante su inminente deposición. Al ver que el Prefecto
estaba en un carro, los monjes se abalanzaron sobre él y uno de ellos, llamado
Amonio, hirió de un golpe en la cabeza a Orestes.
Amonio fue apresado, torturado y ejecutado. Cirilo rindió al atacante honores
de mártir.1
En 415 ó 416 una
turba de cristianos fanáticos asesinó a la célebre filósofa Hipatia,
maestra del prefecto Orestes. Debido a ello, durante siglos se ha acusado a
Cirilo de ser el principal responsable de la muerte de la filósofa, aunque no
hay certeza sobre su papel en la misma. El autor más cercano a los hechos,Sócrates Escolástico,
indica que la muerte fue causa de oprobio para Cirilo y la iglesia de
Alejandría, lo que sugiere una implicación del patriarca y su entorno en los
hechos.2 La acusación aparece formulada
con más claridad en la obra de Damascio, filósofo pagano del siglo VI que
sufrió la persecución del emperador Justiniano I, y cuyo testimonio sobre Hipatia
aparece recogido en la enciclopedia bizantina Suda.3 El obispo copto del siglo VII Juan de Nikiûconfirma los hechos y justifica
la muerte de Hipatia, a la que presenta como una bruja peligrosa.4 El propio Cirilo reprochó a los
alejandrinos su carácter levantisco y pendenciero en su homilía pascual del año
419. En 422 otra turba asesinó al sucesor de Orestes como prefecto imperial,
Calisto.
Cirilo fue una
figura de relieve por el desarrollo teológico de sus escritos, en especial por
su defensa de la unión entre la divinidad y la humanidad de Jesús, frente a las tesis de Nestorio, que en el año 428 ascendió
a la sede de Constantinopla.
Cirilo aprovechó el error dogmático de Nestorio para deponerlo de su sede.
Participó activamente en el Concilio de Éfeso (431),
convocado por el emperador Teodosio II, y logró que se proclamara a María
la Theotokos: [1]Madre de Dios. Cirilo presidió el Concilio
bajo la autoridad el Papa Celestino I.
Cirilo abrió las
sesiones con 154 obispos de su partido sin esperar a que llegaran los obispos
antioquenos, sirviéndose de cuantiosísimos sobornos durante todo el proceso.
Sus regalos fueron tan abrumadores que, de hecho, logró que el emperador
Teodosio II, en principio contrario al patriarca alejandrino, cambiara de
parecer, y acabara por deponer y desterrar a su rival dogmático.5
Obra
Sus numerosas obras
están recopiladas en 10 tomos de la Patrologia Graeca de Migne. Aun
cuando no se opuso a las decisiones del Concilio de Nicea,
tampoco era proclive al uso de la terminología admitida en ese sínodo debido,
según afirmaba, a que se trataba de expresiones que no están contenidas en la
Biblia y pertenecen más bien a la filosofía griega
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