Bonifacio
(680-754), santo y mártir inglés. Llamado en latín Bonifacius, 'aquel que hace
el bien', su verdadero nombre era Wynfrith, Winfrith o Winfrid (con el mismo
significado en anglosajón); también era conocido como Bonifacius Moguntinus o
de Maguncia; por esta denominación aparecen sus obras en la Patrología Latina.
Es conocido
como el «apóstol de los germanos». Su fiesta se celebra el 5 de junio para los
católicos, y el 19 de diciembre para los ortodoxos.
Llamado
«apóstol de Alemania», nació en Crediton, Devonshire Pertenecía a una buena
familia y ya manifestó a muy temprana edad y en contra de la voluntad de su
padre, su deseo de entrar en la vida monástica. Empezó sus estudios teológicos
en los monasterios de Exeter y Nutcell, y profesó a los treinta años.
En 715
realiza una expedición misionera a Frisia, con el fin de convertir a los
paganos del Norte de Europa predicando en anglosajón, lengua muy similar a la
frisona, pero sus esfuerzos resultaron vanos a causa de la guerra que
enfrentaba a Carlos Martel y a Radbol, rey de los frisones.
En 718,
Bonifacio visita Roma y el Papa Gregorio II le encarga la misión de organizar
la Iglesia en Alemania y evangelizar a los paganos. Durante cinco años recorre
Turingia, Hesse y Frisia, y regresa a Roma para informar de todo ello al Papa.
En esta ocasión el Papa le nombra obispo y Bonifacio retorna a Alemania con
plenos poderes. Bautiza a miles de paganos y se implica en los problemas de
numerosos cristianos que habían perdido el contacto con la jerarquía de la
Iglesia católica.
En 738 acude
a Roma nuevamente donde, el sucesor de Gregorio II, Gregorio III le nombra
arzobispo y delegado papal. Continúa su misión por Baviera, y funda los
obispados de Salzburgo, Ratisbona, Freising y Nassau. En 742, con uno de sus
principales discípulos, Sturm, funda la abadía de Fulda, no muy lejos de la
misión de Fritzlar, y el obispado de Büraburg, ambos creados por Bonifacio. Se
interesó con gran celo en el desarrollo de esta abadía que llegó a ser el
centro principal para la formación de los monjes. Inicialmente, su construcción
fue financiada por Pipino el Breve, hijo de Carlos Martel. El apoyo de los
mayordomos de palacio y, más tarde, de los primeros Pipinides y reyes
carolingios, fue crucial para Bonifacio que logró mantener el equilibrio entre
su ayuda y la del papado, así como la de los gobernadores de Agilolfing de
Baviera. En 746 es nombrado obispo de Maguncia.
Cuando
regresa de Baviera, Bonifacio prosigue con sus misiones en Alemania, donde
funda las diócesis de Würzburg, Erfurt y Buraburg. Nombra a sus discípulos
obispos y consigue que éstos tengan una cierta independencia con respecto al
poder carolingio. Organiza unos sínodos provinciales en la Iglesia franca y
aunque sus relaciones con el rey de los francos son a veces azarosas, corona a
Pipino el Breve en Soissons, en 751 consagrándole en marzo del año siguiente.
Continúa ocupándose de los asuntos internos de su país de origen, y envía, en
746, una larga carta de reprimenda al rey Ethelbaldo de Mercia, en la que
muestra su disconformidad por las costumbres sexuales que le parecen un mal
ejemplo para los pueblos no cristianizados todavía.
Nunca
renunció, en su interior, a convertir a los frisones. En 750, nombra a su
discípulo, Gregorio, abad de la abadía de San Martín de Utrecht, enseñándole y
ayudándole en la administración de la diócesis, la menos cristianizada de su
vasto campo de apostolado. Pasa un largo tiempo en Frisia y, en 754, bautiza a
un gran número de habitantes de esta región que, en su mayoría, es todavía,
pagana.
El 5 de
junio de 754, Bonifacio, por entonces cercano a los setenta años, junto con una
cincuentena de sus compañeros, es asesinado en Flandes, cerca de la ribera de
Borré Becque, entre Kassel y Hazebrouck, al este de Saint-Omer, a unos cuarenta
kilómetros de Dunkerque. El hecho de que ciertos escritos históricos actuales
sitúen el lugar de su muerte en Dokkum, en Frisia (Países Bajos) nace de la
falsificación de un antiguo texto escrito por un monje de Utrecht del siglo
XIII que cambió el nombre original de Dockynchirica (Dunkerque) por el de
Dockinga, nombre primitivo de Dokkum. El departamento de Dokkum que no existía
en 754, se menciona siempre como el lugar en el que murió Bonifacio, pese a
que, hoy en día, un gran número de historiadores medievalistas refutan esta
afirmación.
Se
encuentran, recogidos por Serrarius, 1605 in-4, Sermones y Cartas de Bonifacio,
que fueron reeditadas por Giles, en Londres, en 1844. Su discípulo, Willibal,
escribió su Vida en latín y sus últimas palabras fueron «Ánimo en Cristo».
Sus
principales atributos son: el hábito de obispo, la mitra y un libro cruzado por
una espada. En ocasiones se le representa bautizando a los conversos, con un
pie encima de un roble abatido que simboliza el sometimiento de la religión
pagana.
A Bonifacio
se le atribuye la invención del árbol de Navidad.1 Según la leyenda, cortó un
roble decorado, consagrado a Thor; y lo cambió por un pino, cambiándole su
significado por completo.
San
Bonifacio es el patrón de los cerveceros, de los sastres y de los petroleros y
patrono de la arquidiócesis de Ibagué, en Colombia, donde es especialmente
venerado en una parroquia que lleva su nombre
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