SAN SEVERO
Era tejedor
de oficio. Fue elegido obispo de Rávena por aclamación popular, y para no
quebrantar una tradición antigua, tuvo que aceptar el nombramiento renunciando
al mundo, a su hogar y a su familia. Gobernó la sede de Ravena durante gran
parte del siglo IV. Asistió al Concilio de Sárdica y defendió los decretos de
fe de Nicea contra los herejes arrianos. Fue ejemplo de rectitud y piedad.
Murió el año 389.
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