San León Magno
Pontífice
Año 461
Bendito sea Dios que ha enviado a su
Santa Iglesia,
jefes tan santos y tan sabios. Que no
deje nunca el
Señor de enviarnos pastores como San
León Magno.
Lo llaman
"Magno porque fue grande en obras y en santidad
Es el
Pontífice más importante de su siglo.
uvo que
luchar fuertemente contra dos clases de enemigos: los externos que querían
invadir y destruir a Roma, y los internos que trataban de engañar a los
católicos con errores y herejías.
Nació en
Toscana, Italia; recibió una esmerada educación y hablaba muy correctamente el
idioma nacional que era el latín.
Llegó a ser
Secretario del Papa San Celestino, y de Sixto III, y fue enviado por éste como
embajador a Francia a tratar de evitar una guerra civil que iba a estallar por
la pelea entre dos generales. Estando por allá le llegó la noticia de que había
sido nombrado Sumo Pontífice. Año 440.
Desde el
principio de su pontificado dio muestra de poseer grandes cualidades para ese
oficio. Predicaba al pueblo en todas las fiestas y de él se conservan 96
sermones, que son verdaderas joyas de doctrina. A los que estaban lejos los
instruía por medio de cartas. Se conservan 144 cartas escritas por San León
Magno.
Su fama de
sabio era tan grande que cuando en el Concilio de Calcedonia los enviados del
Papa leyeron la carta que enviaba San León Magno, los 600 obispos se pusieron
de pie y exclamaron: "San Pedro ha hablado por boca de León".
En el año
452 llegó el terrorífico guerrero Atila, capitaneando a los feroces Hunos, de
los cuales se decía que donde sus caballos pisaban no volvía a nacer la yerba.
El Papa San León salió a su encuentro y logró que no entrara en Roma y que
volviera a su tierra, de Hungría.
En el año
455 llegó otro enemigo feroz, Genserico, jefe de los vándalos. Con este no
logró San León que no entrara en Roma a saquearla, pero sí obtuvo que no
incendiara la ciudad ni matara a sus habitantes. Roma quedó más empobrecida
pero se volvió más espiritual.
San León
tuvo que enfrentarse en los 21 años de su pontificado a tremendos enemigos
externos que trataron de destruir la ciudad de Roma, y a peligrosos enemigos
interiores que con sus herejías querían engañar a los católicos. Pero su
inmensa confianza en Dios lo hizo salir triunfante de tan grandes peligros. Las
gentes de Roma sentían por él una gran veneración, y desde entonces los obispos
de todos los países empezaron a considerar que el Papa era el obispo más
importante del mundo.
Una frase
suya de un sermón de Navidad se ha hecho famosa. Dice así: "Reconoce oh
cristiano tu dignidad, El Hijo de Dios se vino de cielo por salvar tu
alma".
Murió el 10
de noviembre del año 461.
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